La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, promulgó ayer la Ley de Inclusión Escolar, que termina con el lucro, la selección y el copago en los colegios que reciben financiación pública, el primer proyecto de la profunda reforma educativa que impulsa el Gobierno.
La nueva normativa entrará en vigencia el 1 de enero de 2016 y afectará a los centros de educación básica y secundaria públicos y a los privados que reciben financiación estatal.
La presidenta Bachelet se centrará en las próximas etapas en resolver los problemas de la enseñanza universitaria.