Danilo Arbilla
Estos Castros son el diablo.
Está el caso de José Castro, por ejemplo, que es el juez instructor del caso Noos, y el cual , demoras más demoras menos, condenará al yerno del Rey, Iñaki Urdangarín.
“Habrá condena”, me dijo un colega español y “será el costo que tendrá que pagar la monarquía, que la saca bien barata”, me explicó.
Mientras tanto Juan Carlos I, cojo y todo, no para, preside actos y viaja a ver sus amigos los jeques, en busca del prestigio perdido. Por su parte los príncipes cumplen con lo suyo; exhiben su amor, el que es promocionado por todos, incluso por los que por efecto de la crisis comenzaron a criticar la monarquia, a la que, durante años, en la época que el Rey salía a cazar osos borrachos, tanto la “protegieron” de la opinión publica.
Paralelamente se suman los juicios por corrupción contra políticos, banqueros, empresarios y algún dirigente sindical. Nada escapa -racismo, discriminación, delitos de género- ni nadie se calla.
Todos acusan: a los investigados e imputados o a los jueces o fiscales, según sea para el lado que patea el que está siendo juzgado.
Este barullo hace que el nivel caiga, sobre todo en el país que se ha autoerigido en el Juez Universal, tema que también tienen a discusión.
Y cada cual a lo suyo, sin ninguna hesitación y con una desmemoria total. Metidos en las elecciones europeas, los socialistas, por ejemplo, hablan de la crisis económica y sus soluciones como si nada hubieran tenido que ver en el pasado.
Por más que Rodríguez Zapatero, cuyo ministro estrella era Pérez Rubalcaba, hoy líder y secretario General del PSOE, dijera que la banca española era la más saneada del mundo y advirtiera con arrogancia a los periodistas : “ eso que ustedes llaman crisis no es más que una leve desaceleración económica”, pueden negar su gran responsabilidad.Quizás deberían ser un poco más comedidos.
Pero la desmemoria es total: hace unas semanas Teodoro Obiang, dictador de Guinea Ecuatorial dese 1979, dio una conferencia en la filial del Instituto Cervantes en Bruselas.
El hecho fue motivo de criticas a las autoridades españolas Y no era para menos. Lo curioso es que muchos de esos críticos de hoy, como pasa con la Monarquía, nada dijeron cuando Miguel Ángel Moratinos, canciller del PSOE, aseguraba que Obiang, para quien no economizaba elogios personales, era un constructor “de la democracia” con “ parámetros africanos“, y hasta llegó a sugerir que fuera invitado a la Cumbre Iberoamericana que se realizó en Portugal en noviembre de 2009.
Es verdad que nada de lo de Moratinos puede extrañar- fue quien a boca llena y con el mazo dando aseguraba que Hugo Chávez era el presidente latinoamericano más democrático-, pero, de todas maneras, un poco más de respeto. Por lo menos a la memoria de los demás.
Moratinos fue también el promotor de los otros Castros, que nada tienen que ver con el José mencionado al principio . Se trata de los que manejan y mandan en Cuba desde hace 55 años: Fidel y su hermano Raúl, en cuyo favor aquel abdicó y le cedió poderes. Son los que acaban de bloquear el periódico 14ymedio de Yoani Sánchez.
No hay prensa independiente, ni hay radios y TV independientes, por qué entonces Internet independiente: en esto los Castros son coherentes. Incluso con un medio al que solo tiene acceso uno de cada cinco cubanos, y de ellos los que están dispuestos o en condiciones de pagar el equivalente al 25% del salario mensual promedio por una hora de conexión a la red.
Y esto no puede haber pasado al olvido, ocurrió hace tan solo unas horas en Cuba. En la misma Cuba que los españoles defienden en la UE – también el gobernante PP hace la vista gorda en este tema cuando no está en la oposición- y la que siempre es miembro vedette en las Cumbres Iberoamericanas y en la Celac, instituciones cuyo primer propósito, incluso establecido estatutariamente ,es defender la democracia.
Habría que insistir: un poco mas de memoria y de respeto.
