¡Ay!, si pudiéramos hacer lo mismo…

¡Ay!, si pudiéramos hacer lo mismo…

¡Ay!, si pudiéramos  hacer lo mismo…

Rafael Molina Morillo, director de El Día

El sociólogo Modesto Reynoso Cuello me ha hecho llegar las diez recomendaciones del Primer Ministro de China, Wen Jiabao, a los países emergentes.

Estas sugerencias, dijo el Ministro, fueron las causas de los cambios y el explosivo crecimiento de China en los últimos años; y yo las reproduzco aquí acompañadas por un quejumbroso ¡Ay!, si pudiéramos hacer lo mismo en esta media isla…

Veamos:

1. PENA DE MUERTE PARA CRÍMENES COMPROBADOS

Fundamentación: un gobierno tiene que dejar de lado la hipocresía. Un criminal no puede ser tratado como una celebridad, los reincidentes han tenido su oportunidad de cambiar y no han cambiado, por lo tanto, no merecen ese compromiso por parte del gobierno, ninguna sociedad honesta y trabajadora merece vivir con tanto miedo.

La eliminación de los criminales más peligrosos infundirá temor entre el resto de los delincuentes para seguir practicando sus fechorías.

Esto se reflejará de inmediato en la seguridad pública del país y la sociedad, especialmente en la reducción drástica del gasto público en materia de seguridad. En el largo plazo esto también se reflejará en la cultura y el comportamiento de las personas.

2. SEVERO CASTIGO PARA LOS POLÍTICOS CORRUPTOS

Fundamentación: es terrible saber que nuestros países tienen las tasas más altas de corrupción en el mundo. Nuestros países no castigan como debe ser a los políticos corruptos, principalmente, a los del régimen de turno, y por eso es que no hay altos burócratas arrestados por este flagelo, que diezma las arcas públicas.

Por lo tanto, está claro porqué la corrupción es cada vez peor en nuestros países, ya que no se toman medidas para frenarla.

Como dijo alguien, muy cínicamente, en nuestros países no hay razones para no robar.

En China la corrupción probada es castigada con la pena de muerte y, por supuesto, el retorno inmediato a las arcas públicas de los valores robados.

3. QUINTUPLICAR LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN

Fundamentación: un país que quiere crecer debe producir los mejores profesionales del mundo y esto sólo es posible si el Estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que se hace ahora en educación.

Si no se capacita de verdad a nuestro recurso humano, este perderá la competitividad en el mercado de trabajo por falta de preparación.

Con el tiempo será normal la importación de mano de obra calificada.
(Continuaremos mañana con otras medidas).



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