SANTO DOMINGO.-Al igual que el hombre sale en busca de un mejor porvenir, millones de aves migratorias en el mundo emprenden su vuelo o nado para librarse de las bajas temperaturas y van a anidarse en cálidos bosques, humedales, costas y sitios de preferencia a otros países.
En el caso particular de la Isla Hispaniola, que ocupa un área geográfica preferencial se han registrado alrededor de 150 especies que migran desde el Neotrópico; se reproducen en el verano en la Región Norte, principalmente en Estados Unidos y Canadá, y pasan el resto del año en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica (otoño-invierno).
El Día Internacional del Ave Migratoria, que se conmemora la segunda semana de mayo de cada año, y esta vez el ocho de mayo bajo el lema: “Canta, vuela, vuela como un pájaro”, representó un llamado a crear conciencia sobre los problemas que afectan estas especies y a adoptar medidas para su conservación.
Rosanna Guzmán Pérez, técnico de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cita entre las amenazas que afectan estas especies, la ingesta de plásticos. Investigaciones existentes, de la Organización de Naciones Unidas del 2019 no solo que estiman que el 90 por ciento de las aves marinas tendrán plástico en sus entrañas, sino que esta cifra alcanzará el 99 % para el 2050.
Inicio vuelo
Para saber cuándo deben migrar, las aves migratorias perciben cambios sutiles a lo largo del día y a través del clima, y se orientan sobre cuando empezar su vuelo cada año.
Algunas emigran de día aprovechando la posición del sol para orientarse, otras de noche siguiendo las estrellas, condición que les es más favorable, debido a que el gasto energético y la depredación son menores.
Las aves migrantes ahorran energía acumulada en forma de grasa en el cuerpo que les permite permanecer varios días sin consumir alimento.
Tienen las alas más largas y puntiagudas que las no migratorias, un rasgo que minimiza aún más la resistencia al aire; sus músculos pectorales tienden a ser más largos y compuestos de fibras y vasos sanguíneos que transportan oxígeno y nutrientes.
De acuerdo con Guzmán Pérez, las referidas aves sirven de controladores biológicos, polinizadoras y por igual reforestan al dispersar semillas por bosques y valles.
Además, aportan fertilizantes al suelo y son indicadores de la salud de los ecosistemas.
El Ministerio de Medio Ambiente a través de los monitoreos de áreas protegidas toman en cuenta las poblaciones de aves migratorias para impulsar programas de conservación, como es el caso de los bubíes o gaviotas en el Cayo Tuna, en Cayos Siete Hermanos, Provincia de Montecristi, que realizan desde el 2005.
Aves de la región
— Exposición
A propósito del Día Internacional de las Aves Migratorias y el Día Mundial de la Biodiversidad el 22 de este mes, Agora Mall abrió la exposición “Endémicas: Las Américas, Las Antillas y La Española”, hasta el 31 de mayo.