Los avances tecnológicos del mundo de hoy, los altos precios de los derivados del petróleo y las grandes cantidades de emisiones de gases contaminantes resultantes del uso de combustibles fósiles, han motivado a los fabricantes de automóviles y de aviones para buscar materiales que permitan producir carrocerías y fuselajes más ligeros, lo que se traduce en mayor eficiencia del combustible, mejor aceleración, menor costo de producción y menos emisiones de carbono.
Los autos y aviones hechos de aluminio utilizan un 25% menos de combustible por pesar un 40% menos que los construidos con otros metales convencionales, reduciendo en un 25% las emisiones de dióxido de carbono responsables del calentamiento global, con lo cual las industrias automotrices y aéreas se acercan a las metas ambientales trazadas por el protocolo de Kioto.
Muchos fabricantes de automóviles y aviones hoy prefieren utilizar el aluminio para automóviles, jeepetas, autobuses, aviones ligeros y aviones de gran tamaño, pues el aluminio es uno de los elementos metálicos más abundantes en la corteza terrestre, el cual hasta ahora se ha producido mayormente a partir del procesamiento Bayer de las bauxitas, las cuales son tierras rojas residuales formadas en las regiones tropicales cuando la radiación solar y las lluvias actúan durante millones de años sobre rocas calizas arcillosas (margas), ricas en trióxido de aluminio (Al2O3), o sobre rocas volcánicas ricas en alúmina (Al2O3), y por eso el 95% del aluminio mundial se obtiene a partir del procesamiento de las bauxitas, siendo la República Dominicana uno de los países productores y exportadores de bauxita.
Pero derretir las tierras de bauxitas para transformarlas en mineral de criolita y a partir de ahí separar los átomos del aluminio de los átomos de oxígeno, para entonces obtener el aluminio metálico requerido por las industrias aéreas y automotrices, requiere mucha energía eléctrica con muy alto costo de combustibles caros, lo que se traduce en un metal de alto costo.
Hoy ya no es necesario obtener todo el aluminio requerido por las industrias automotrices y aéreas a partir del costoso procesamiento de las tierras de bauxitas, ya que muchas industrias obtienen el 50% del aluminio a partir del reciclaje de las basuras, donde las latas vacías de refrescos, jugos y cervezas están hechas de aluminio reciclable en un 100%, lo que implica que la mitad de nuestros autos y aviones hoy están hechos con materiales procedentes de los vertederos de basuras de nuestras grandes ciudades, y se estima que para el año 2020 el 80% del aluminio industrial provendrá de la cadena del reciclaje.
Cada vez que usted viaja en un avión comercial y ve servir cientos de latas de refrescos gaseosos, debe estar consciente de que esas mismas latas de aluminio han de producir las planchas del aluminio requerido para construir otro avión comercial en el que usted ha de viajar en el futuro próximo, y han de servir para ayudar a construir el próximo auto que usted ha de comprar y disfrutar al conducir, lo que produce la emoción de ver que el mundo gira frente a nuestro ojos aprovechando al máximo los materiales que un día extrajimos del subsuelo, procesamos e industrializamos gracias al ingenio del ser humano que ha sabido combinar la minería, la química, la física y la alta tecnología.
Pero la mayor satisfacción es saber que el ser humano ha sido capaz de ir al vertedero de basuras a recuperar desechos de aluminio para convertirlos en autos y aviones que al tiempo de producir modernidad han reducido los desechos y la contaminación que afecta a la sociedad.