La replantación de los cocotales se hace necesaria, ya que las plantas actuales en su mayoría tienen hasta 100 años. ALBERTO CALVO
Nagua, MTS.-Los productores de cocos funcionan como la columna vertebral de la industria, pero estos sienten una carga pesada cada día, que se les pone al momento de cuidar sus siembras. En ese proceso no todo es tan delicioso como tomarse un coco de agua en medio de la faena.
EL DÍA conversó con productores agrupados en la Cooperativa Múltiple la Collera, de Río San Juan, quienes explicaron los sacrificios que tienen que pasar para llevar una mata a su punto máximo de aprovechamiento, ya que, si se descuidan, las plagas acaban con los cultivos.
“Ustedes no saben el sacrificio que se pasa para subir una mata de coco. Ya no es como antes que uno tiraba una mata y se prendía; ahora hay demasiadas cosas en el ambiente, muchas plagas, para eso se necesita fertilizantes, productos para combatir las malezas y estar encima de ellas, explicó Martina Sánchez, vicepresidenta de la organización.
Reclaman ayuda de las autoridades porque se sienten abandonados a su suerte, y sugieren que se dejen de hacer tantas reuniones y resuelvan en el campo, porque dicen que está paralizado, y que ahí está la solución a los problemas de hambre que puedan surgir en los actuales momentos.
Trabajan atento a sus brazos y los altos precios de los insumos no están permitiendo rentabilidad, por lo que hacen el llamado para que se les faciliten equipos y fertilizantes que les ayuden a mejorar la situación. Los miembros de esa cooperativa, que agrupa a 200 trabajadores, tienen 8,500 tareas de tierra disponibles, en fomento y rehabilitación, con lo que pretenden aportar un 75% más a la producción de coco en la provincia. Actualmente aportan más de 50 mil cocos.
El plan
Pero hay una luz de esperanza, porque el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) tiene en carpeta el Plan Nacional para el relanzamiento del sector coco de la República Dominicana, que iniciará por la provincia María Trinidad Sánchez, y que beneficiará a 540 productores a nivel nacional.
El plan de cobertura nacional tendrá un periodo de 24 meses y fomentará 54 mil tareas de tierra, con un máximo de cien tareas por productor.
Resembrar tierras
El director del FEDA, Hecmilio Galván, considera que el futuro del coco en el país está en el resembrar las plantaciones viejas, porque es una planta con el mejor aprovechamiento hasta los 40 años, y quienes sembraron fallecieron, pero los que heredaron no volvieron a sembrar.
Galván entiende que se debe fortalecer la industria y la producción, y resaltó la importancia que tiene el gobierno en ese sector, que lo ve como un tema de futuro por los beneficios que representa a las pequeñas y grandes economías locales.
“Es por tales motivos que con la implementación de este Plan el Fondo Especial se propone contribuir a la recuperación de plantaciones cocoteras, muchas de las cuáles se encuentran abandonadas o improductivas debido a su antigüedad, las plagas, así como los efectos de huracanes y tormentas que las han afectado a través de los años.
Además, como parte del proyecto, se promoverá la industrialización del coco, el consumo de sus derivados y el aprovechamiento de los troncos de las plantas seniles para obtener madera que se aprovechará económicamente para la fabricación de muebles y utensilios diversos de alto valor en el mercado doméstico y la exportación”, explicó.
Señaló que para los fines del fomento de cocoteros, habrá algunas provincias priorizadas que ofrecen condiciones para el buen desarrollo de las plantaciones y la producción de frutos de buena calidad .
De su lado, El Banco Agricola explica que dicho proyecto requiere del aporte de todos los sectores ligados al aprovechamiento del coco y contempla la instalación de plantas procesadoras de masa y agua de coco en algunas zonas productoras. Para esta actividad se contempla un monto de US$5,000 millones, señala el Bagrícola.
Precisa, además, que este programa dará crédito asistido a los productores a través de esa entidad financiera.