La nota difundida contenía espacios en blanco donde se identificaba a las personas mencionadas por él.
CHESAPEAKE.- El gerente de un Walmart que mató a tiros a seis compañeros en una tienda de la cadena en el estado de Virginia dejó lo que llamó una “nota de muerte” en su teléfono en la que se disculpó por lo que estaba a punto de hacer y a la vez culpó a otros por burlarse de él.
“Pido perdón a todos, pero esto no lo planeé. Prometo que las cosas sucedieron como si me condujera Satanás” escribió Andre Bing en una nota grabada en el teléfono, dijo la policía de Chesapeake el viernes.
La policía también informó que Bing, quien no tenía antecedentes criminales, adquirió legalmente la pistola calibre 9 mm en la mañana de la masacre. La nota difundida contenía espacios en blanco donde se identificaba a las personas mencionadas por él. Sostuvo que lo “acosaban idiotas de baja inteligencia y falta de sabiduría” y que la percepción de que habían hackeado su teléfono lo empujó al borde.
“Mi único deseo hubiera sido volver empezar de cero y que mis padres hubieran prestado mayor atención a mi déficit social”, escribió. Bing murió en la escena del hecho, aparentemente de un disparo autoinfligido.
Los compañeros de trabajo de Bing que sobrevivieron a los disparos dijeron que se destacaba por su hostilidad hacia los empleados. Uno de ellos dijo que Bing aparentemente había elegido a las personas a las que les iba a atacar y les volvió a disparar a algunas que ya habían sido baleadas y parecían estar muertas, afirmó una persona que estaba presente cuando comenzó el tiroteo.
La empleada Jessica Wilczewski dijo que los trabajadores estaban reunidos en una sala de descanso de la tienda para comenzar su turno nocturno a última hora del martes, cuando el jefe de equipo Andre Bing entró y abrió fuego con una pistola.
Aunque otro testigo dijo que Bing disparó indiscriminadamente, Wilczewski aseguró que ella observó que el gerente apuntó a ciertas personas. “La forma en que actuaba era como si hubiera ido de cacería”, declaró Wilczewski a The Associated Press el jueves.
“La forma en que miraba los rostros de las personas y la forma en que hacía lo que hacía, era la de estar eligiendo a las personas”. Agregó que lo vio atacar a personas que ya estaban baleadas en el suelo.
“Lo que sí sé es que se aseguró de que quien quería muerto, estaba muerto”, insistió. “Regresó y le disparó a personas que ya estaban muertas, para asegurarse”.
Wilczewski añadió que ella solo llevaba trabajando en la tienda cinco días y que no sabía con quién Bing se llevaba bien o tenía problemas.
Ella dijo que el hecho de ser una empleada nueva pudo haber sido la razón por la que se salvó. Wilczewski precisó que después de que comenzó el tiroteo, un compañero de trabajo sentado a su lado la empujó debajo de la mesa para esconderla.
Ella dijo que en cierto momento, Bing le ordenó que saliera de debajo de la mesa, pero que cuando vio quién era, le dijo: “Jessie, vete a casa”.
Agregó que entonces se levantó lentamente y salió corriendo de la tienda. El atacante ya estaba muerto cuando llegaron los agentes el martes por la noche a la tienda de Chesapeake, la segunda ciudad más grande del estado, cerca de la costa de Virginia y de unos 250.000 habitantes.
Las autoridades dijeron que aparentemente se suicidó de un disparo. La policía intenta determinar los motivos de la matanza, mientras que los excompañeros de trabajo tratan de darle sentido al tiroteo.
El ataque a tiros de la noche del martes en Chesapeake fue el segundo tiroteo a mansalva ocurrido en Virginia este mes. Tres jugadores de fútbol de la Universidad de Virginia fueron asesinados a tiros en un autobús el 13 de noviembre cuando regresaban a la escuela de un viaje de campo. Dos estudiantes más resultaron heridos.
El tiroteo en la tienda Walmart también se produjo días después de que una persona abriera fuego en un club nocturno gay en Colorado Springs, Colorado, matando a cinco e hiriendo a 17.
El ataque del martes por la noche también evocó otro ataque en un Walmart en 2019, cuando un hombre armado que quería atacar a mexicanos abrió fuego en una tienda en El Paso, Texas, y mató a 23 personas.