El primer ministro de Australia, Tony Abbott, describió como bárbara una foto que se supone muestra al pequeño hijo de un australiano condenado por crímenes de terror sosteniendo la cabeza de un soldado sirio decapitado.
El diario australiano que publicó la imagen dice que fue difundida en Twitter por el padre del niño, Khaled Sharrouf, que cumplió una condena de cárcel en Australia antes de unirse a los combatientes del Estado Islámico en Siria e Irak.
Los políticos y los líderes de la comunidad musulmana expresaron su conmoción y repudio ante la fotografía.
Abbott afirmó que la imagen demostraba las horrorosas atrocidades de las que ese grupo es capaz de perpetrar.
