Ausencia de valor

Ausencia de valor

Ausencia de valor

David Alvarez

Puedo entender que muchos miembros de una sociedad sean corruptos.

No podemos negar que el capitalismo estimula tanto la codicia que la línea entre el enriquecimiento lícito y el ilícito es muy delgada.

Si una persona -en el capitalismo- vale por la riqueza que posee, la manera como obtenerlo poco importa. Hubo un tiempo en Estados Unidos que fabricar y distribuir alcohol era ilegal, luego se volvió legal.

Bastó una legislación para que un criminal pasara a ser un empresario.

Pero falta valor por parte de los inculpados y de los jueces en ir a juicio.

Se ha procurado “archivar” los expedientes como una forma cobarde de no tener que explicar el origen de las fortunas sindicadas como fruto de la corrupción. Corrupto y cobarde es una combinación natural.

Valor se necesita para ser honrado y trabajar tesoneramente a cambio de un ingreso, a veces tan escaso. Y una cobardía sin vergüenza, que se expone públicamente sin rubor.

Casi como imposición, como si todos tuvieramos que aceptar la impunidad de unos pocos.

Este hecho es una de las acciones de mayor violencia en nuestra sociedad, gestada por los inculpados que se resisten a ir a un juicio y los jueces que favorecen el archivamiento de los casos.

Hay de fondo la suposición de que todos somos cobardes, al igual que ellos. No pretendo profetizar el futuro, pero es seguro que esta situación alimenta una ira creciente en la sociedad. La justicia es el freno a la venganza.



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