Santo Domingo.-En la larga carrera por la nominación a la Presidencia de la República a los comicios del año 2016, la inteligencia emocional y el desarrollo de un pensamiento estratégico jugarán un papel preponderante en el empeño de los aspirantes de captar el favor de los electores en las elecciones primarias, en un primer momento, y luego, en la contienda nacional.
En la campaña adelantada que se viene desarrollando, sin embargo, lo que se ha visualizado en las actuaciones y discursos ha sido una ausencia de visión estratégica y de inteligencia emocional entre aspirantes de las dos principales fuerzas políticas. La Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana 2010-2030 no ha figurado como tema en los debates.
La historia política dominicana ha demostrado que desaciertos en los ámbitos emocional y estratégicos han mermado el potencial de éxito de aspirantes a puestos electivos en los niveles de elección municipal, congresual y presidencial.
De hecho, si se auscultan determinados acontecimientos y declaraciones de dirigentes que aspiran a dirigir los destinados de la nación, fácilmente se puede determinar la existencia de debilidades respecto a lo que se denomina inteligencia emocional.
Conceptulización
La inteligencia emocional para el político porque consiste en la forma de interactuar con el mundo, que tiene en cuenta las emociones, los sentimientos y algunas habilidades de cómo la autoconciencia, la motivación, el control de sus impulsos, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, y otras cualidades fundamentales en una correcta gestión pública.
En la práctica representa la destreza que le permite conocer y manejar sus propios sentimientos, interpretar y enfrentar los de los demás, logrando sus objetivos.
Se trata de un término relativamente nuevo, acuñado en 1990 por los psicólogos Peter Salovey y John Mayer, de la Universidad de Yale. Resulta de gran utilidad para el político empeñado en desarrollar una gerencia política que responda a los anhelos de cambios y las expectativas de comunidades determinadas.
Mientras que la visión estratégica es aquella que se plantea un fin, analiza los medios con los que cuenta para llegar, y luego los dispone de tal modo que faciliten su alcance, de la mejor manera posible, con el menor costo temporal, personal y material y el máximo beneficio.
Ausencia
Una somera revisión hemerocrítica de opiniones recogidas por medios de comunicación de Francisco Javier García y Juan Temístocles Montás, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); y de Luis Abinader e Hipólito Mejía, del Revolucionario Dominicano (PRD), muestran altas dosis de emoción que pueden nublar el pensamiento en el camino racional para llegar hasta el poder político expresado en la dirección del Estado.
Realmente no ha habido propuestas concretas en la dirección de dar continuidad a la Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, limitándose los aspirantes presidenciales a confrontaciones con otros dirigentes de sus respectivas agrupaciones políticas.
Una mirada a lo interno del PLD conduciría observar pronunciamientos de Montás y García en los que retan a su compañero y presidente de la organización, Leonel Fernández, ante un eventual enfrentamiento por la nominación.
En el caso de Montás ha llegado a cuestionar decisiones económicas durante administraciones gubernamentales de Fernández de los gobiernos de 2004 a 2012, a pesar de que ocupó las posiciones de secretario Técnico de la Presidencia y ministro de Economía, Planificación y Desarrollo.
Recientemente planteó que su partido debe prohibir que quienes hayan ocupado la Presidencia de la República vuelvan a optar por la posición.
En tanto que García ha reiterado públicamente que no teme al presidente de los peledeístas, y que sus aspiraciones llegarán hasta mayo de 2016, cuando, entiende, ganará la Presidencia de la República Dominicana.
Los dirig
e
ntes Reinaldo Pared Pérez, Franklin Almeyda Rancier, Radhamés Segura, Francisco Domínguez Brito y José Tomás Pérez, de quienes se espera lancen eventualmente aspiraciones presidenciales han mantenido un bajo perfil hasta el momento.
EL PRD
Respecto a la lucha interna del PRD por la nominación, la situación de enfrentamiento ha sido peor debido a la crisis que afecta esa organización debido a la confrontación de los últimos años entre el presidente de la organización, Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía.
Tanto Mejía como Luis Abinader, otro de los aspirantes, han criticado fuertemente a Vargas Maldonado, de quien consideran se irá de la presidencia de la organización “a las buenas o a las malas”.
Dentro de las filas del perredeísmo también han mostrado interés en alcanzar la nominación Neney Cabrera, Geanilda Vásquez y el ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Franklin García Fermín.
