
Técnicamente "nació" dos veces.
Lynlee Hope, una pequeña de Lewisville, Texas, nació en junio, pero vio la luz por primera vez en marzo.
Cuando su madre, Margaret Hawkins Boemer, tenía 16 semanas de embarazo, los médicos le informaron que la bebé tenía un tumor en la columna vertebral.
Aquel absceso, conocido como teratoma sacrococcígeo, desviaba la sangre del feto, elevando el riesgo de una insuficiencia cardíaca mortal.
El teratoma sacrococcígeo es una forma poco común de tumor que se presenta en uno de cada 70.000 embarazos.
La difícil decisión
Tras ser descubierto el tumor, la primera recomendación que recibió la madre fue interrumpir su embarazo por completo.
Sin embargo, los médicos de una clínica especializada de Texas le sugirieron una riesgosa cirugía. Lynlee tenía 50% de posibilidades de sobrevivir.
