ALOTENANGO, Guatemala.- Al menos 65 personas murieron en Guatemala a causa de la potente erupción del volcán de Fuego, que arrasó varios poblados cercanos con una avalancha de lodo y ceniza ardiente, informaron este lunes las autoridades.
El vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León, dijo a periodistas que el número de fallecidos aumentó a 65 tras horas de iniciada la búsqueda de sobrevivientes.
Además hay 46 heridos, la mitad de gravedad, más de 1,7 millones de afectados, 3.271 evacuados y 1.877 albergados en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez (oeste), que junto al de Chimaltenango (oeste) son los más afectados por la erupción el domingo del coloso.
El volcán registró el domingo una devastadora erupción de ceniza y rocas, que provocó el cierre temporal de las operaciones en el único aeropuerto internacional de Ciudad de Guatemala, pero este lunes la terminal aérea ya fue habilitada. El presidente Jimmy Morales decretó tres días de duelo y estado de calamidad en los tres departamentos afectados y visitó este lunes la zona devastada.
Desolación en zona
Los socorristas se movilizan buscando sobrevivientes entre las casas destruidas y plantaciones completamente calcinadas por la furia del volcán, de 3.763 metros de altura, situado a 35 km al suroeste de la capital.
En el corazón de la tragedia, las escenas son catastróficas. Un periodista de la AFP observó al menos tres cuerpos calcinados entre los escombros del caserío San Miguel Los Lotes, vecino de la golpeada aldea El Rodeo, donde socorristas, soldados y policías buscaban sobrevivientes.
Gallinas, patos y perros muertos también yacían entre el lodo y la ceniza, mucha aún humeante, mientras que otros animales domésticos eran rescatados por vecinos. «No me quería ir, sino regresar y no puede hacer nada para salvar a mi familia», dice a la AFP entre lágrimas Eufemia García, de 48 años, quien busca a tres hijos, su mamá, sobrinos y hermanos.
García, vecina de Los Lotes, comentó que se salvó porque su esposo la sacó del lugar.
«El volcán ha hecho erupción, pero nunca de ésta manera», comenta a la AFP Gustavo Larios, un albañil de 27 años que junto a varios vecinos y con pañuelo en el rostro recorre las calles del caserío en busca de familiares y amigos desaparecidos.
En imágenes difundidas en la televisión y en redes sociales se ven enormes columnas de ceniza, algunos cadáveres semicubiertos por el material expulsado por el volcán y viviendas y vehículos destruidos.
El secretario de la Conred, Sergio Cabañas, indicó que los fallecidos quedaron atrapados en el material incandescente que descendió del volcán. La erupción concluyó después de 16 horas y media de actividad, pero «existe la probabilidad de una reactivación», advirtió el Instituto de Vulcanología, recomendando mantener la precaución en las zonas afectadas.