Jóvenes observan los efectos del huracán María, en Samaná. Foto: Elieser Tapia.
SANTO DOMINGO.- Las fuertes lluvias y vientos del huracán María continúan provocando estragos en gran parte del territorio nacional donde 2,991 viviendas han resultado afectadas y 15 destruidas por las inundaciones y 16,727 personas han sido desplazadas a casa de familiares y albergues oficiales.
El fenómeno también mantiene 25 comunidades incomunicadas y 40 acueductos afectados. De total de desplazados, 7, 383 están en casa de familiares y 9, 344 albergues oficiales.
María aún es categoría tres y se encuentra a unos 155 kilómetros al nordeste de Puerto Plata desplazándose a solo 15 kilómetros por hora. Sus vientos máximos sostenidos permanecen en 195 kph con ráfagas superiores,
«Lo peor aún no ha pasado» advirtió el subdirector de la Oficina Nacional de Meteorología, Francisco Holguin al explicar que las precipitaciones continuarán causando daños.
Pronosticó que las lluvias continuarán esta noche y que serán intensas sobre la Cordillera Central, el Valle del Cibao, la región Noroeste, Este, Sur y el Gran Santo Domingo. Pidió a la població no descuidarse.
Las lluvias provocadas por el fenómeno han llevado al Centro de Operaciones de Emergencias a elevar a 26 provincias las calificadas con alerta roja.
Juan Manuel Méndez, director del COE, indicó que las provincias en alerta roja son La Altagracia, El Seibo, Hato Mayor, Samaná, Espaillat, María Trinidad Sánchez, Puerto Plata, Santiago, Sánchez Ramírez, Santiago Rodríguez, San Pedro de Macorís, La Vega, Monseñor Nouel, Distrito Nacional, provincia Santo Domingo, La Romana, Montecristi, Monte Plata, San Cristóbal, San Juan, Valverde, Dajabón, Azua, San José de Ocoa, y Hermanas Mirabal.
Mientras que en amarilla está la provincia Peravia y en verde Elías Piña, Independencia, Bahoruco, Pedernales y Barahona.
Reiteró a la población que deben abandonar los lugares inseguros en las provincias en alerta roja y amarilla e indicó que los organismos de protección civil deben continuar las evacuaciones en los lugares que por tradición ocurren inundaciones.
