LA PAZ, Bolivia.— Con el 91% de los votos contados, el presidente Evo Morales veía alejarse el martes la posibilidad de aspirar a un cuarto mandato en 2020 tras el referendo en el cual el “No” a la reforma constitucional a favor de una nueva reelección lleva ventaja.
El vocal del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, informó que el organismo avanzó al 91% de los votos contados y que el “No” alcanza 52,27% de los votos frente a 47,73% del “Sí”.
Según las leyes electorales, cualquiera de las dos opciones debe ganar con 50% más un voto El “Sí” ha ido subiendo desde los primeros cómputos.
El lunes la diferencia entre ambos era de 27 puntos. Morales pidió el lunes esperar los resultados finales y manifestó su optimismo de remontar el resultado con el voto rural, que demora en llegar a los centros de cómputo. Pero según especialistas 70% del electorado vive en centros urbanos.
En tanto, el vicepresidente Alvaro García acusó a la derecha de “intentar escamotear el voto campesino que es proclive a Morales”, en alusión a una manifestación de opositores en las puertas del Tribunal Electoral de La Paz el lunes por la noche.
El martes no había protestas en La Paz ni en otras ciudades. Delegados partidarios y observadores siguen de cerca los conteos en los centros de cómputo.
“No sabemos si ganará el `Sí’ o el `No’ pero la diferencia se definirá con poco margen de votación”, dijo García, quien anticipo un final de “infarto”.
El conteo siempre es lento en Bolivia porque la ley obliga a un recuento minucioso; pero como en ninguna otra elección anterior, la presión ciudadana se ha volcado al órgano electoral.
La página oficial de recuento de votos del Tribunal Electoral está saturada, lo que crispa los nervios de unos y otros. La lentitud en la publicación de resultados ha sido observada por el jefe de la misión de observadores de la OEA, el dominicano Leonel Fernández.
Un grupo de esa organización se quedó en Bolivia a seguir los cómputos. De confirmarse la tendencia sería la primera derrota de Morales en los diez años que lleva en el poder con una exitosa gestión económica.
Analistas atribuyen el traspié a un cansancio del electorado, a los efectos de una crisis que comienza a sentirse en una economía altamente dependiente de la exportación de materias primas y a escándalos de corrupción que han mermado la credibilidad del mandatario, pero sobre todo de su partido, el Movimiento al Socialismo.
“La corrupción le está pasando una factura cara. Con una imagen debilitada el reto de Morales tras el referendo es concluir favorablemente su gobierno manteniendo la estabilidad económica, social y política”, dijo a The Associated Press el profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz, Marcelo Silva.
Pugnas internas por la sucesión podrían debilitar más al partido gobernante, agregó. Aunque todavía no admitió su derrota, Morales dijo el lunes ante la prensa que “gane o pierda, la lucha sigue, la vida sigue” y se declaró víctima de una “guerra sucia” de la oposición y de las redes sociales.
Estas últimas han jugado un papel central ante la abrumadora propaganda gubernamental desde los medios masivos.
“Tal vez en el futuro será importante debatir el tema de las redes sociales. En algunos países, con mala información, tumban gobiernos, perjudican al país y crean confrontación”, dijo.
Desde 2005 Morales ha ganado en cuatro contiendas electorales con 61,5% de votos en promedio y pulverizó a la oposición. Si pierde, la actual será su última gestión y no podrá postularse a las elecciones de fines de 2019.