Audiencia de arresto domiciliario a Kuczynski se aplaza hasta mañana en Perú

Audiencia de arresto domiciliario a Kuczynski se aplaza hasta mañana en Perú

Audiencia de arresto domiciliario a Kuczynski se aplaza hasta mañana en Perú

El expresidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, al llegar a una audiencia judicial para determinar su liberación en Lima.

Lima.- La audiencia judicial que analiza el pedido de arresto domiciliario contra el expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) por el caso Odebrecht fue suspendida hasta mañana, jueves, por el juez Jorge Chávez, informó el Poder Judicial peruano.

El magistrado del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios ha pedido un informe sobre el estado de salud de Kuczynski, que ayer fue internado en una clínica local por un problema cardiaco, explicó el abogado del exmandatario, César Nakazaki, a los periodistas.

Nakazaki agregó que, con ese informe, el juez resolverá el pedido de arresto domiciliario presentado por el fiscal José Domingo Pérez, quien había solicitado inicialmente una detención preventiva por 36 meses contra Kuczynski, de 80 años.

Pérez informó en la audiencia que la pena por el delito de lavado de activos, atribuido a Kuczynski por presuntos aportes de Odebrecht, corresponde a entre 10 y 20 años de cárcel, pero que por su edad y la falta de antecedentes puede reducirse a seis años y ocho meses de prisión.

Agregó que Kuczynski ha declarado como testigo el pasado 12 de marzo y en abril de 2017, cuando estaba al frente de la Presidencia de la República.

El estado de salud de Kuczynski, quien cumple una orden de detención preliminar durante 10 días, fue comunicado en un primer momento por el congresista Gilbert Violeta y posteriormente medios locales agregaron que presenta una “fibrilación auricular».

Según detalló el Canal N de televisión, esta enfermedad implica una frecuencia cardíaca irregular, por lo que se le realizará una evaluación médica para determinar su estado de salud.

Se agregó que la alteración cardíaca de Kuczynski habría sido provocada por la emotividad que le causó la visita de su hermano Miguel en la Prefectura de Lima, donde cumple la detención preliminar dictada por la Justicia.

Kuczynski, quien tiene un impedimento de salida del país desde marzo de 2018, solicitó permiso el año pasado al Poder Judicial para viajar a Estados Unidos para tratarse de su mal cardíaco en una clínica especializada, pero esa solicitud no le fue concedida, por lo que siguió el tratamiento en Lima.

La Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional Permanente Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios desestimó el lunes la apelación que interpuso el exgobernante contra la detención preliminar, pero aceptó liberar a su secretaria Gloria Kisic y su chófer, José Luis Bernaola, quienes habían sido arrestados junto con él.

Los tres están imputados por supuestamente haber lavado dinero de posible origen ilegal de la constructora brasileña Odebrecht a través de consultorías a nombre de Westfield Capital, la empresa de Kuczynski registrada en Estados Unidos, cuando este era ministro del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).

La Fiscalía sospecha que las consultorías, que ascendieron a 782.000 dólares entre 2004 y 2007, son supuestamente unos pagos con apariencia de legalidad para obtener los favores de Kuczynski en la adjudicación de grandes obras públicas cuyas licitaciones obtuvieron mediante sobornos.

Concretamente Kuczynski está investigado por las adjudicaciones del proyecto de irrigación Olmos y la carretera interoceánica del sur, por la que Toledo recibió supuestamente 20 millones de dólares en sobornos.

Odebrecht pagó sobornos en una docena de países de Latinoamérica, y en Perú también estuvieron acompañados de donaciones irregulares a las campañas electorales de los principales candidatos, como presuntamente ocurrió con Keiko Fujimori, quien desde noviembre está en prisión preventiva.

La revelación de los vínculos de Odebrecht con Kuczynski provocó en marzo de 2018 su salida del sillón presidencial ante la presión del fujimorismo, que también denunció una presunta compra de votos de parlamentarios para intentar evitar su destitución.