Kabul.-Un atacante suicida detonó ayer su carga explosiva en una mezquita de Kabul, matando por lo menos a 55 personas, la mayor carnicería de los dos perpetrados en una festividad chií desde la caída del Talibán hace una década.
Otros cuatro chiíes murieron en la ciudad norteña de Mazar-i-Sharif al detonar una carga explosiva atada a una bicicleta cuando pasaba un convoy de afganos chiíes con motivo de la Ashoura.
El vocero del Ministerio de Salud, Sakhi Kargar, dijo que los muertos fueron 4 y los heridos 21.
El atacante de Kabul se inmoló en medio de un gentío de hombres, mujeres y niños concentrado frente al santuario de Abul Fazl para conmemorar la muerte, en el siglo VII, del nieto del profeta Mahoma, el imán Hussein.
Algunos hombres se flagelaban en honor del imán y muchas personas distribuían alimentos y golosina entre los fieles.
El santuario, cercano al palacio presidencial, estaba repleto de feligreses y varias decenas más se agolpaban en el patio. Un testigo dijo que el atacante era el último de una fila y detonó su carga explosiva cerca de uno de los accesos al santuario. El Ministerio del Interior dijo que murieron 55 personas, incluyendo dos mujeres y cuatro niños.
El funcionario Sayed Kabir Amiri, encargado de los hospitales de Kabul, dijo que el ataque causó más de 160 heridos. Agregó que podría aumentar el número de muertos.
Los ataques sectarios contra los chiíes son raros en Afganistán aunque son una ocurrencia común en la vecina Pakistán.
Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad de los atentados.