A raíz del atentado suicida en el Manchester Arena la semana pasada, el mercado de conciertos tiene un interés económico importante en juego para garantizar que los asistentes se sientan seguros al acudir a un espectáculo.
El atentado causó la muerte de 22 personas cuando los espectadores salían de un concierto de Ariana Grande.
Las 100 principales giras en todo el mundo generaron entre US$4,000 millones y US$5,000 millones anuales en ingresos desde 2011 a 2016.
El atentado se produjo al comienzo de la temporada de conciertos de verano en el Hemisferio Norte, cuando ocurre la mayor concentración de giras.