Uno de los graves inconvenientes en el deporte dominicano, aparte del bajo presupuesto que le asignael Estado, es la gran cantidad de instalaciones que a los pocos años de construidas se deterioran sin que a nadie le importe un comino.
Siempre he sostenido que los ayuntamientos deben ser los que velen, principalmente, por el mantenimiento físico de las obras que están dentro de sus jurisdicciones, pero muy pocos si es que los hay, asumen esa responsabilidad.
Los cabildos deben garantizar la salud física y mental de sus ciudadanos, en especial niños y jóvenes, pero se pueden contar con los dedos de una mano los que tienen esto como prioridad.
Para citar un solo ejemplo, los Juegos Nacionales de Monte Plata de 1975, donde por cierto es donde más se cuidan las obras, hay que hacer una inversión multimillonaria para que las obras estén en condiciones para los Juegos Nacionales Escolares que se efectuarán allí dentro de dos semanas.
En todo el mundo los deportes son prioridad para el desarrollo integral de la población, por lo que se tiene que involucrar a las autoridades municipales, porque esa es una tarea que les corresponde por obligación y necesidad.
No es justo que obras que en su momento fueron reclamadas por la población, y en las que se invirtieron centenares de millones de pesos, estén hoy deterioradas al máximo por falta de mantenimiento.
Ojalá que esto lo entiendan las autoridades, clubes y ligas, en forma clara y meridiana, porque todos deben asumir responsabilidades.
Aquí todo el mundo se hace de la vista gorda cuando se deben tomar decisiones que impliquen obligaciones, debido a lo permisivo del sistema actual.