David Llibre presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana, Asonahores.
Santo Domingo.- La industria turística dominicana atrae una cantidad significativa de inversión extranjera directa (IED) y contribuye al flujo de divisas al país, aportando aproximadamente 3 de cada 10 dólares de las divisas generadas por la economía dominicana, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), David Llibre.
En su discurso durante la Exposición Comercial, el dirigente empresarial explicó que la hotelería está interconectada con los demás sectores de la economía a través de las compras de bienes y servicios que realiza.
«Por esa razón se celebra esta feria, y en 2022, se realizaron compras locales por un valor de 139 mil millones de pesos, de los cuales el 75% correspondió a bienes y servicios, el 20% a la industria y el 5% al sector agropecuario. En todas las compras de bienes y servicios gravados, los hoteles pagan el ITBIS», explicó Llibre.
Resaltó que los expositores de la feria son los encargados de vender productos como huevos, vegetales, vasos, bebidas y artesanías.
Llibre destacó que esta exposición es aún más oportuna, ya que se realiza en un momento en el que todos debemos reflexionar sobre el lugar que ocupa el turismo, la importancia que tiene para la economía y su aporte al desarrollo económico y social de los dominicanos.
«El turismo, en su breve historia de solo medio siglo en nuestro país, se ha mostrado como un protagonista innovador y modernizador que nos ha proyectado al mundo, vinculándonos con una de las actividades productivas más dinámicas», añadió.
Ayer, la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) advirtió que la reforma fiscal propuesta por el gobierno tendría un impacto negativo en la economía, particularmente en el sector turismo, por lo que solicitó que dicha reforma sea estudiada y reconsiderada.
La asociación explicó que, para atraer inversión extranjera y construir nuevos hoteles, es necesario mantener un régimen fiscal como el actual.
El presidente de Asonahores consideró que es momento de actuar con sabiduría y evaluar el impacto del turismo en la economía.
«En los últimos 10 años, este sector ha contribuido en promedio con un 16% a nuestro Producto Interno Bruto, demostrando sus efectos multiplicadores en la economía y amplificando significativamente su impacto», sostuvo.
«Quienes creen que el sector turismo no paga impuestos están equivocados. Se estima que 10 de cada 100 pesos de los ingresos fiscales del gobierno son aportados por la actividad turística. En el año 2022, los impuestos generados por el turismo sumaron más de RD$155 mil millones», detalló.
Además, indicó que el gasto tributario del sector turismo representó, en promedio, un 2% de los ingresos generados por el turismo y un 14% de la inversión extranjera directa.
«Por cada peso que el Estado libera de impuestos al turismo, el dinamismo productivo del sector le devuelve 12 pesos, lo que indica que la inversión fiscal que realiza el gobierno en turismo es un buen negocio», concluyó.
Texto íntegro del discurso del presidente de Asonahores
Muy buenos días su excelencia señora vicepresidenta, Raquel Peña
Honorable ministro David Collado
Y en ellos a todos nuestro invitados de honor, público en general y amigos de la prensa.
La edición número 36 de la exposición comercial anual que organizamos como ASONAHORES siempre es presentada como una muestra del impacto y el apreciable nivel de los encadenamientos de nuestra industria turística con los demás sectores de la economía.
La diversidad y la cantidad de las entidades que acuden a esta feria para mostrar sus ofertas de bienes y servicios es una impactante demostración de que promovemos una actividad que tiene raíces en los principales sectores productivos del pais.
Esta vez, la exposición es más oportuna que nunca, porque se realiza en un momento en que todos debemos reflexionar sobre el lugar que ocupa el turismo, la importancia que tiene para nuestra economía y lo que aporta para al desarrollo económico y social de los dominicanos.
El turismo, en su breve historia de sólo medio siglo de presencia en nuestro país, se ha mostrado como un protagonista innovador y modernizador que nos ha proyectado por el mundo vinculándonos a una de las actividades productivas más dinámica.
Influyó mucho la sabía decisión de los líderes del momento de nuestro país, de aceptar las sugerencias de organizaciones financieras multilaterales que propusieron en el inicio de la década de los años setenta, crear un esquema de incentivos para atraer al país inversión extranjera directa, y establecer en el Banco Central de la Republica Dominicana un fondo para promover y financiar proyectos turísticos alimentado con recursos internacionales a través de un departamento que fue bautizado como INFRATUR.
Con el impulso de nuestra primera ley de incentivos aprobada en el 1971, deslumbramos a la región del Caribe, porque llegamos al 1990 rozando el primer millón de turistas y más que duplicando en solo cinco años la oferta habitacional que se multiplicó por más de dos para superar la cifra de 19 mil. Asi llegamos al inicio del presente siglo con 2.4 millones de turistas recibidos y más de 51 mil habitaciones. Ya éramos un destino a tomar en cuenta.
Al aeropuerto internacional de Puerto Plata, provincia convertida en atractiva zona turística, llegaron en el año 2000 más de 785 mil turistas, el 32% de todos los recibidos en el pais.
En el 2001, se promovió una nueva ley de incentivos al desarrollo del turismo. La cual se orientó principalmente a la promoción de inversiones en nuevas regiones catalogadas con atractivos turísticos. La ley 158-01 de octubre del 2001 se identificó como iniciativa para el “fomento al desarrollo turístico para los polos de escaso desarrollo y nuevos polos en provincias y localidades de gran potencialidad”.
Puerto Plata que calificado como destino maduro con suficiente desarrollo, pasó de destino maduro a la congelación de las inversiones por más de 10 años. Puerto Plata es un ejemplo claro de lo que sucedería en nuestro sector turismo si se detienen las inversiones. La falta de nuevas inversiones y mejoras en infraestructuras le quitó a la esa región la capacidad de competir con destinos con instalaciones más modernas.
Los promotores de esa legislación olvidaron que el turismo es un sector transable, cuya competencia es con otros destinos turísticos en el mercado internacional. Nosotros estamos creciendo, pero también crecen los países con los que competimos. No estamos solos, como confirma una encuesta reciente del Ministerio de Turismo que mostró que 4 de cada 10 turistas que vienen al país ya han visitado más de un destino turístico en el caribe.
El resultado de excluir a Puerto Plata del esquema de incentivos a la inversión turística fue catastrófico para la provincia y todo el litoral Norte. En el 2012 se le restablecieron los incentivos pero ya el daño estaba hecho. Puerto Plata paso de recibir 34% de los turistas extranjeros del país en 1996 a recibir apenas un 5% en 2023. Más de 20 años después la única señal importante de recuperación en la costa Norte es Punta Bergantín, que apenas está arrancando y la cual su inicio ha sido con la confianza de mantener una estructura de leyes que permitan su desarrollo.
Es por esto, que debemos actuar con sabiduría y considerar el impacto del turismo en la economía. En los últimos 10 años este sector ha contribuido en promedio con un 16% a nuestro producto interno bruto y demostrado sus efectos multiplicadores en la economía y amplificado significativamente su impacto.
La industria turística dominicana atrae una cantidad significativa de inversión extranjera directa (IED) y contribuye al flujo de divisas al país. Aproximadamente 3 de cada 10 dólares en divisas generados por la economía dominicana los aporta del turismo.
En el período 2014-2023 la inversión extranjera directa en turismo sumó 8,475 millones de dólares, un 28% del total de la inversión captada por el país. Su capacidad de generar inversión extranjera y divisas hace que el turismo sea uno de los principales responsables de mantener la estabilidad cambiaria de nuestro país.
La hotelería está interconectada con los demás sectores de la economía a través de las compras de bienes y servicios que realiza, Por eso la razón de esta feria, y en el 2022 realizó compras locales que sumaron 139 mil millones de pesos, el 75% en bienes y servicios, el 20% a la industria y 5% a la agropecuaria.
En todas sus compras de bienes y servicios grabados los hoteles pagan el ITBIS. Esos son la gente que está aquí en esta feria… el de la ferretería, el que nos vende los huevos y los vegetales, el que produce los vasos, los productores de bebidas, hasta el que hace artesanía… porque turismo somos todos en República Dominicana.
Quienes creen que el sector turismo no paga impuestos, están equivocados. Se estima que 10 de cada 100 pesos de los ingresos fiscales del gobierno son aportados por la actividad turística. En el año 2022 los impuestos generados por el turismo sumaron más de RD$155 mil millones.
Es importante conocer que el gasto tributario en nuestro sector representó, en promedio, un 2% de los ingresos generados por el turismo y un 14% de la inversión extranjera directa. Por cada peso que el Estado libera de impuestos al turismo, el dinamismo productivo del sector le devuelve 12 pesos, y esto indica que la inversión fiscal que hace el gobierno en turismo es un buen negocio.
Es por esto que estamos seguros cuando decimos que el sector turismo aporta más con la actual estructura de leyes de competitividad que sin ellas.
La decisión sobre la fiscalidad del turismo debe adoptarse considerando los beneficios que aporta a la economía y como las cargas fiscales impactan la competitividad. Recordemos que competimos con destinos similares en la región.
De acuerdo a un estudio realizado por Deloitte en España, nosotros con nuestra ley de CONFOTUR somos un 24% menos rentable que nuestros paises competidores y sin nuestra ley de CONFOTUR esto se convertiría a 43% menos.
Esto lo que nos indica es que si queremos mantener que las marcas hoteleras sigan viniendo al país debemos tener en cuenta que los inversionistas irán donde su inversión tenga mayor rentabilidad.
En un estudio reciente de Asonahores, se establece que para aumentar en dos millones de turistas las llegadas al país se requieren 5,000 millones de dólares en inversión extranjera. Esto no es posible sin nuestro marco legal actual.
Una de las decisiones más acertadas del presidente Luis Abinader, que contribuyó a relanzar en un momento de crisis mundial, la imagen del país como destino de inversión en turismo, y como destino para los turistas, fue la creación del Gabinete de Turismo coordinado de manera brillante por nuestro ministro David Collado. Esta nueva dinámica incluso fue presentada como modelo en la pasada crisis de la pandemia, por ONU-Turismo, que reúne a los gobiernos, y por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo que reúne a las principales corporaciones internacionales y asociaciones privadas del turismo.
Al promover la cooperación Estado-Sector Privado al máximo nivel posible, se generó un dinamismo excepcional que reposicionó el turismo, convertido en protagonistas del repunte económico y generó reconocimiento local e internacional para el país y en el mercado turístico.
Esta positiva experiencia es lo que estimuló a ASONAHORES a comunicar a las instancias del Gobierno, y es preciso hacerlo también en este escenario, que la actual estructura fiscal que sustenta el sector turismo puede mejorarse, pero no eliminarse porque una posición extrema, no es el camino para aumentar lo que ya hemos demostrado es un importante aporte que el turismo genera para el fisco.
El fructífero diálogo Gobierno-Sector privado turístico que se puso en marcha e hizo una contribución de inestimable valor a superar con éxito la crisis provocada por la pandemia debe continuar ahora.
La estructura central de los incentivos vigentes es en realidad un esquema para crear condiciones que nos permitan competir en el disputado mercado internacional por las inversiones y los flujos turísticos.
En ASONAHORES creemos que los incentivos que otorga el CONFOTUR deben estar destinados a proyectos que creen una cantidad mínima de empleos directos por habitación, ofrezcan mejoras en las condiciones laborales de los colaboradores directos, apuesten al uso de energía renovable, cuenten con un plan de reutilización en el uso de aguas para riego y de valorización de residuos sólidos, realicen inversiones para la renovación de su planta en el largo plazo y tengan un compromiso de responsabilidad social con su comunidad.
Pero esos ajustes deben surgir, como ha sido costumbre en el pasado reciente, de un diálogo abierto y productivo entre sector público y privado.
Esta feria comercial, la más importante de su tipo en el país y en la región del Caribe, es una vitrina que confirma lo que el turismo significa para el país y sus principales sectores productivos. Es la referencia que apoya los datos que hemos citado, que además se apoyan en las informaciones oficiales.
Estamos a tiempo de definir objetivos realistas que sumen, y descartar iniciativas que parecen atractivas pero que pueden desviar a puntos inciertos el importante curso que lleva a buen puerto la nave del turismo.
Señora vicepresidenta, Señor ministro, juntos logramos una historia de éxito post pandemia siendo el país número 1 mundial en la recuperación del turismo. Creo que es momento de que también juntos trabajemos para modernizar nuestro marco legal por el bien del futuro del país, de su cadena de valor, de sus empleos y el desarrollo comunitario. ¡Turismo somos todos!