SANTO DOMINGO.-El candidato presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, prometió que una vez superada la crisis y estabilizada la economía impondrá un modelo de gasto publico primario que esté por debajo de las recaudaciones.
Abinader expuso este lunes su programa de gobierno ante el Consejo Nacional de la Empresa privada (CONEP) como parte de los conversatorios que realiza el colectivo empresarial con los principales candidatos presidenciales.
“Lo que sí quiero que les quede claro es que desde el primer día manejaremos las finanzas públicas con total transparencia y eliminado todos los gastos superfluos y dispendio que existen actualmente”, señaló Abinader.
Entre las propuestas de modernización del Estado, el líder opositor aseguró que se buscará un mecanismo compatible con la Constitución para lograr un ministerio Público independiente y adecuar la ley de Compras y Contrataciones Públicas a fin de establecer sanciones penales y civiles para los miembros de los comités de compras y contrataciones de cada institución pública.
También establecer a la Cámara de Cuentas la obligación de publicar la calendarización del plan de auditoría, debiendo ser auditada cada institución del Estado anualmente.
Otra de sus propuestas fue limitar la discrecionalidad en la toma de decisiones del Ejecutivo, mediante Leyes de Silencio Administrativo Positivo.
Creación de empleos
“Si bien es cierto que la crisis del COVID19 ha introducido elementos que deben ser incorporados dentro de nuestros planes, nuestra prioridad sigue siendo la creación de empleos formales. El Gobierno del Cambio aspira a crear 600 mil empleos formales en un período de 4 años, a reducir la tasa de desempleo y a revertir la informalidad en el mercado de trabajo”, expresó Abinader.
Argumentó que el crecimiento de la economía se ha sustentado en la demanda doméstica y específicamente en el crecimiento de los sectores que producen bienes no transables, tales como construcción, salud, finanzas, y comunicaciones.
Abogó por implementar una verdadera política exportadora, pues solo así se podría revertir la informalidad del mercado de trabajo y propiciar una mejoría en los niveles de salarios de nuestra fuerza laboral.