Awilda Cuello 
Esmeralda Richiez tenía 16 años.
SANTO DOMINGO.-«Ay mi hija yo te veo rara y pálida, dime qué tu tienes, por qué cogiste de noche para la playa con esa gripe mala que tu tienes y ella me dijo: mami yo estoy bien», está fue la última conversación entre Esmeralda Richiez, la adolescente que fue hallada muerta en el baño de su residencia en Higüey, y su madre Isabel Martínez.
Al narrar la trágica noche en que falleció su hija de 16 años, la mujer explicó que su hija Esmeralda le pidió permiso para salir a las 8:00 de la noche con tres amigas y su profesor John Kelly Martínez, principal sospechoso del caso.
«Mi hija me dijo mami yo vengo ahora, vengo de una vez, yo hablé con él (el profesor) y le dijo: cuídeme mi hija, que la voy a dejar salir porque es con usted», expresó Isabel.
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La dama dijo que «era inocente de que mi hija estaba con ese hombre, a la 11:00:P.M. yo la llamé y le dije mi hija ven pronto que te estoy esperando, y ella me dijo ya voy mami y llegó de una vez. Parece que ese hombre la había embarazado… y le dio a la niña en un vaso, en vez de una pastilla, le dio cinco».
La madre de Esmeralda añadió que insistió en preguntarle a su hija qué le había pasado y esta admitió que había tomado un poco de alcohol.
«Le pregunté a la amiga que si me le habían dado droga porque ella vino tan pálida y lo único que pensé es que me le habían dado droga», relató la madre.
Principal sospechoso
El Ministerio Público arrestó al profesor John Kelly Martínez (Yonqueli), principal sospechoso de la muerte de la adolescente, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado ayer lunes en el baño de su residencia en la comunidad Vista Alegre, del distrito municipal La Otra Banda, del municipio en Higüey.
La fiscal titular de La Altagracia, Mercedes Santana, detalló que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) realiza la autopsia al cuerpo de la joven para determinar las causas de la muerte.
Sobre el caso, la investigación indica que en horas de la noche del pasado 12 de febrero la adolescente salió desde su hogar donde reside con sus padres en Vista Alegre en compañía del maestro, así como de un primo de este (adulto) y otras tres alumnas menores de edad.
Refiere que, al retornar a su hogar, alrededor de las 12:00 de la noche, la joven llegó pálida y sangrando por lo cual Martínez se quedó unos minutos ofreciendo ayuda y se encontraba con ella en la habitación.
Indica que al tocar la puerta de la habitación los padres se percataron de que la adolescente había fallecido.
