Así comenzó el caníbal

Así comenzó el caníbal

Así comenzó el caníbal

Rafael Molina Morillo, director de El Día

En los incidentes protagonizados el miércoles por fanáticos (¿o mercenarios?) de distintas tendencias dentro del Partido de la Liberación Dominicana, a los cuales se sumaron otros activistas pro y contra el expresidente Leonel Fernández, varias personas resultaron heridas o vejadas.

Algunos periodistas que estaban haciendo su trabajo en busca de las noticias que habrían de brindar posteriormente a todo el país, también fueron atropellados en el tumulto y sus equipos fotográficos y de filmación quedaron severamente afectados.

No se sabe si los atropellos a periodistas se produjeron precisamente porque eran periodistas, o talvez sencillamente por casualidad al encontrarse ellos en un lugar fuera de control.

De todos modos, el resultado fue que la población quedó privada de conocer lo que esos periodistas iban a informar a la nación.

En otras palabras, se lesionó el derecho de los ciudadanos a saber qué estaba pasando.

Aparentemente ese incidente no constituía un grave atentado a la libertad de expresión, pero al mismo no se le puede minimizar, ya que se trata de un precedente peligroso que puede repetirse cada vez con un grado mayor de violencia, hasta convertirse en una real y grave violación del sagrado derecho de buscar, difundir y recibir información.

Recuérdese que el caníbal, según dijo algún chusco, comenzó comiéndose las uñas… y miren hasta donde llegó!



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