Caracas.- La Asamblea Constituyente, considerada ilegítima por los críticos del gobierno del presidente Nicolás Maduro, aprobó el jueves el presupuesto de Venezuela para el 2018 al margen del Congreso dominado por la oposición.
El presupuesto fue aprobado mediante un decreto-ley, una medida cuestionada por diputados opositores, que argumentan que ésa es facultad del órgano legislativo.
La aprobación se efectuó poco después que el vicepresidente Tareck El Aissami presentó ante la Constituyente el proyecto de presupuesto fiscal de 2018, estimado en más de 36 billones de bolívares.
Desde hace más de una década existe un férreo control de divisas, cuyo tipo de cambio en la actualidad consta de dos sistemas, uno que se determina mediante subastas (llamado DICOM) y otro con una tasa fija de diez bolívares por dólar.
El primero influye escasamente en los precios de los bienes de consumo y el segundo se aplica sólo para la compra de alimentos y medicinas por parte del gobierno. En meses recientes no se han realizado las subastas del DICOM.
El Aissami resaltó la legalidad del acto, citando la condición plenipotenciaria de la Constituyente, integrada en su totalidad por partidarios del gobierno socialista.
Las facultades de la Asamblea Nacional, que incluyen la aprobación del presupuesto, le fueron arrebatadas a cuenta gotas primero por el Tribunal Supremo de Justicia —controlado por el gobierno—, y posteriormente asumió esos poderes la Asamblea Constituyente, instalada a principios de agosto.
La Constituyente se ha declarado con poderes sobre todas las demás ramas del Estado, entre ellos el Congreso, y se ha atribuido facultades judiciales y penales.
La aprobación se realizó horas antes de que delegaciones del gobierno y la oposición se reúnan en República Dominicana en una mesa de negociaciones para buscar una salida a la profunda crisis financiera del país.
La alianza opositora ha dicho que entre los principales temas en los que insistirá se destaca la restitución de las funciones de la Asamblea Nacional de control sobre el gobierno y la administración pública, entre otras exigencias.
El Aissami destacó que el 72,5% del presupuesto está dirigido a apuntalar los programas sociales y las inversiones productivas del gobierno, pese a la debacle de los precios internacionales del petróleo, que aporta cerca del 96% de los ingresos en divisas del país.
Los recursos que conformarán el presupuesto provienen de las rentas, los ingresos tributarios y no tributarios de la república, agregó el funcionario, sin dar detalles.
Las autoridades no mencionaron en cuánto se calculó el precio promedio anual de dólares por barril de petróleo en un escenario de desplome del precio internacional del crudo.