SANTO DOMINGO.- En un hecho sin precedentes durante décadas, la Iglesia Católica ofreció este domingo la misa de “Domingo de Ramos en la Pasión del Señor”, de manera virtual y sin su acostumbrada feligresia presencial, fruto del distanciamiento social impuesto por la pandemia del coronovirus.
Esta vez, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, no vaciló en exhortar a la población a dejar de lado los aplausos, los reconocimientos y el populismo, y a centrarse en una vida de servicio pleno, que es la que Jesuscristo enseña a través del Evangelio, que se traduce en la humillación hasta el extremo.
Durante la eucaristia, el religioso reflexionó sobre esas dos realidades que se viven el mundo, como seres humanos y como cristianos. La primera es como vive la sociedad que le gusta el reconocimiento, los aplausos y figureo, algo que se da hasta en la iglesia.
“Tenemos esa realidad, gente que le gusta el poder, el reconocimientos y populismo y la otra es la que que Cristo nos enseña en el evangelio, y que San Pablo bonitamente nos expresa en el evangelio, Cristo que siendo Todopoderoso se hizo nada,… la humillación hasta el extremo, el anonadamiento, se hizo nada”, remembró.
Extrapoló el mensaje el Papa Francisco de que los creyentes deben seguir e imitar a Cristo sufriente, humilde, como también habla de la “mundanización” y cuando la gente se acerca a este último se aleja de la vida cristiana.
En la eucaristía oficiada en la Catedral Primada de América y transmitiendo desde el Canal 41, con la que se da inicio a la Semana Santa y se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, el arzobispo cambien reconoció a la clase medica y enfermeras (os) que están dándolo todo y arriesgando su vidas a ser contagiado, tratando a los enfermos del COVID 19, y eso es servicio.
Dijo que esa entrega es lo que quiere Cristo, quien se hizo siervo por amor a la humanidad, y quiere que lo imiten de esa manera, que se dejen los aplausos de lado y servir a Cristo en los hermanos.
En la ceremonia, Ozoria que se hizo acompañar del párroco de la Catedral el padre Nelson Cler y otros sacerdotes y laicos dijo que la celebración de esa eucaristía tiene dos partes distintas: La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y la segunda es la celebración de la pasión, que habla del Dios que es grande todopoderoso, pero que se humilla.
Significado Domingo de Ramos
Trata de una celebración humilde que abre la puerta a los siete días en los que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Entró a Jerusalén, montado en un asno, es la ciudad de la Pasión, narrada en los Evangelios. Jerusalén recibe a Cristo, el Rey, montado en un pollino, para dar cumplimiento a la profecía de Zacarías: “¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna”.
El Domingo de Ramos es la puerta de la Semana Santa, día en que se anticipa la victoria de Cristo sobre la muerte. Los ramos o palmas son el símbolo de la victoria, señal de triunfo. Jesucristo entra como un rey y es aclamado como tal por el pueblo.