Todos los demonios se han soltado ante la sugerencia de Reinaldo Pared de que sea investigada la anulación por decisión del Tribunal Superior Electoral de la última convención del PRD.
Parece que la democracia dominicana es tan endeble que una metida de pata, o desafortunada declaración, del presidente del Senado y secretario general del PLD, podría ponernos al borde de una dictadura, como risiblemente arguyen algunos tremebundos.
Si como dijo Reinaldo, en diez años desde establecido el Tribunal Constitucional ningún órgano del Estado ha desafiado o contradicho sus sentencias, y esta decisión del TSE lo hace, ¿es realmente una afrenta tan terrible investigarlo?
Quizás no se desacató ninguna sentencia del Constitucional, en cuyo caso Reinaldo quedaría como un leguleyo, pero ¿debilita eso la democracia? La alharaca sobre si el Poder Ejecutivo, el Congreso o el PLD intervienen ilegalmente en el Poder Judicial es un debate traído por los moños, que evita la discusión del fondo del asunto, que es la decisión del TSE por precaria mayoría con dos sesudos votos disidentes.