Solo el amor desenfrenado por amasar dinero puede llevar a un individuo, ya poderoso económicamente, a arriesgar hasta la vida en la búsqueda de más riquezas materiales.

Se han realizado muchos estudios científicos sobre el comportamiento de ese tipo de personas, que mientras más tienen más quieren.

Esa situación la viven personas que, sin necesidad material, buscan alimentar su ego con tal de lograr un reconocimiento social que sin poder económico no podrían obtener.

Pero se dan casos de individuos que, ya teniéndolo, siguen en una búsqueda insaciable por lograr más.
Los especialistas definen esa necesidad de amasar dinero, sin importar las consecuencias, como “crematomanía”.
Es una situación que se ve a diario en todos los estamentos de las diferentes sociedades, pero más común entre los políticos, que desfalcan hasta más no poder, en una loca carrera por incrementar sus fortunas .

Esas han sido las primeras causas de muchos de los males de nuestras sociedades, y República Dominicana, es seguro, que debe estar entre los países más prolíficos en ese aspecto.

Es que hay gente que no se detiene por nada ni nadie, cuando le dan oportunidad de hacer fortunas, casi siempre mediante el desfalco de las arcas del Estado.

La historia está ahí, y el común denominador de las personas conoce esa realidad, aunque se viene verificando un aletargamiento de la sociedad para enfrentar este fenómeno que asusta, sencillamente incomprensible ante la realidad de los acontecimientos.

Y estén seguros que cada día son más los que, sin importar las consecuencias, buscan estar en el grupo de los “crematómanos”,