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El reciente anuncio de que el Gobierno reorientará su gasto en 2023 para concentrarse en avanzar las obras públicas postergadas por los gastos por la pandemia y los subsidios tras la guerra en Ucrania, es interpretado por algunos analistas como la formalización del inicio de la campaña para la reelección del presidente Luis Abinader.
Aunque faltan 17 meses para las elecciones, dentro del PRM y sus aliados no aparece ningún aparente contendor serio que pueda oponerse a la candidatura del actual presidente, salvo algunos desacreditados recién llegados al PRM, despechados por estar sin algún nombramiento o negocio gubernamental.
