Imbert Barrera reveló que las armas utilizadas en el ajusticiamiento de Trujillo eran propias de los conspiradores

Santo Domingo. –  Antonio Imbert Barrera falleció en el 2016, pero antes de su desaparición física, nunca titubeó para hablar sobre la trama contra Rafael Leónidas Trujillo, de la cual formó parte junto a otros hombres, logrando el ajusticiamiento del dictador la noche del 30 de mayo en la avenida George Washington de Santo Domingo, otrora ciudad Trujillo.

En una entrevista concedida al periodista Huchi Lora, antes de morir, el general Imbert Barrera, recordó que una de las motivaciones para acabar con el régimen trujillista, era la descomposición que existía en ese momento en el país, que ya había vivido la pérdida de las Hermanas Mirabal.

“Eso fue el colmo, eso fue lo que acabó con ellos”, manifestó el considerado héroe nacional, que fue uno de los hombres que disparó contra el vehículo de Trujillo en momentos en los que se dirigía hacia San Cristóbal.

Reveló, además, que las armas utilizadas en el ataque no provenían de agentes externos, sino que eran propias de los conspiradores.

«Amadito (Amado García Guerrero) tenía una M1, yo tenía una pistola 45 que me la dio Antonio de la Maza. Antonio tenía sus armas; tenía una pistola y la escopeta con la que le desbarató ese brazo a Trujillo… Salvador (Salvador Estrella Sadhalá) tenía su revólver de él, precisó.

Los recientes documentos desclasificados por Estados Unidos, confirman la participación de la CIA en el complot para eliminar a Rafael Leónidas Trujillo, pero sostienen que las armas suministradas por la agencia probablemente no fueron utilizadas en el atentado.

Así se suscribe en las declaraciones J. C. King, y J. D. Esterline, dos altos funcionarios vinculados con las operaciones de la institución en América Latina al momento del asesinato del dictador, que coincidieron en que la CIA solo se limitó a “monitorear” la trama.

Sin embargo, Richard Bissell, director adjunto de Planes de la entidad en la región, aseguró que una de las armas proporcionadas sí fue utilizada.

 Aunque en sus entrevistas no confirmaron plenamente el uso directo de armamento estadounidense, los tres altos funcionarios conocieron la existencia de contactos, intercambios logísticos y un conocimiento detallado del plan.

No había más opción

Para Antonio Imbert Barrera, la única forma de terminar con la dictadura, era matando a Rafael Leónidas Trujillo.

“La única manera era matarlo, matarlo ahí cuando él iba en la avenida”, señaló el general en la entrevista transmitida en el programa El Día.

Trujillo fue sorprendido cuando se dirigía a su casa en San Cristóbal, por Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, el teniente Amado García Guerrero, Roberto Pastoriza, Pedro Livio Cedeño, y el propio Antonio Imbert Barrera, quienes dispararon contra su vehículo provocándole la muerte.