Porque… “No se debe confundir la
Verdad, con la opinión de la mayoría”
El uso de una retórica retorcida
para sostener un engaño,
Además de una burla,
Por igual es un fraude.
En un solo día, como si estuviéramos bajo una andanada de artillería pesada, pretenden justificar todo tipo de indelicadezas, en un solo día, solo en un día. Muchos quizás crean que son divagaciones mías o sabrá Dios que desgracia pensaran pero, lo cierto es que las noticias de un solo día, son suficientes para probar el gran fraude, el gran engaño en el cual se sustenta esta cleptocracia, esta mal llamada democracia regida por toda una casta privilegiada de indolentes, endiosados e indelicados.
Primera noticia, la ley de partidos, la panacea para regir las actividades de los partidos políticos dentro de un marco más o menos de decencia pero, todo es mentira, con ley o sin ella continuaran en lo mismo, reclamando dinero que ellos mismos se han asignado en su presupuesto, lo cual, a todas luces es inconstitucional porque crea privilegios para una clase…¿Sí o sí? Ellos mismos se subrogan acciones que en nada tienen que ver con su condición de “honorables”, como esa de estar dando regalos a las… ¡Mamas!
No es por falta de leyes que estamos sumidos en esta podredumbre, sino por falta de autoridades que las apliquen, las leyes que existen son tantas que hasta podemos exportarlas a otros países. Pero así continuaremos hasta que aparezca algún Procurador, Fiscal, Juez o quien sea, que se olvide del problema mediático o de sus ocultas o manifiestas ambiciones políticas y comience a llenar el banquillo con acusados. Y no tienen que escarbar mucho, porque en un solo día, leyendo los diarios o las redes sociales les basta para soltar todos los “internos” de las cárceles y llenarlas con nuevos inquilinos.
Otra, en un solo día: el super ministro de que se yo quécosa, asegura que las alzas en los precios de los combustibles se deben al aumento del barril de petróleo en los mercados internacionales. Y además de eso, que el precio de la gasolina está siendo subsidiado por el gobierno. Malaya sea, pero la verdad es que todo el mundo y más si son funcionarios consideran que en realidad este pueblo es tan pendejo que se las traga todas y unas más. Claro que tienen que creérselo, porque no hay reacción alguna, todo lo acepta con humildad, sumisión y posición supina.
Lo que no explica él ni los “honorables”, es la cantidad abusiva de impuestos que le aplican a este “barrilito”, ni las exencionesinconstitucionales, como esa de crear favoritismo para beneficiar monopolios, como el de los dos pesos para comprarles vehículos a los pobres padres de familia. Que hablando de ese dinero, tampoco nada se dice, como tampoco del por qué la proliferación asombrosa de las estaciones de gasolina y de gas, como tampoco de como se explica que entre al país carburante de contrabando que al parecer hicieron una tubería subterránea que viene de casa el diablo, porque en cuanto a los barcos que se suponen lo trasladan, son simplemente invisibles.
Todo esto en un solo día, sin que tampoco el flamante funcionario se refiera a lo que a vox populi se dice sobre él y los personajes, muy bondadosos por cierto, que manejan el monopolio del negocio del petróleo en el país. Así como tampoco, explican de qué manera, semanalmente inciden en esos precios, la cantidad que se le compra a Venezuela a menor precio que el de Texas, que cogen como referencia y mucho menos, la incidencia del referido precio que nos quieren burdamente hacer creer que se compra sin referirse en qué cantidad influye el funcionamiento de la refinaría de petróleo, además de las “obras sociales” que lleva a cabo.
En un solo día por igual, se destapa el de “Mitad” Ambiente, para anunciar el logro de que superaron los Objetivos del Milenio en la cobertura forestal pero, no habla del descalabro en Constanza, de la depredación de los Pinos en Rancho Arriba, del desmadre en Los Haitises, todo esto y mucho más en un solo día. Y creo, que estos personajes creen como según expreso Suetonio Cesar, de que La Republica es simplemente una máscara sin realidad alguna o según otros historiadores, de que la Republica es solo un nombre, sin cuerpo, sin figura. ¡Si señor!