Argentinos deciden entre continuidad y reforma en elecciones

Argentinos deciden entre continuidad y reforma en elecciones

Argentinos deciden entre continuidad y reforma en elecciones

Argentinos deciden entre continuidad y reforma en elecciones.

Argentina. — Los argentinos estarán sopesando entre la continuidad o una reforma financiera el domingo cuando elijan al sucesor de la presidenta Cristina Fernández, una líder controversial que dominó la política nacional por 12 años.

La inflación se encuentra alrededor del 30%, la economía está estancada y una amarga disputa en los tribunales con un grupo de acreedores en Estados Unidos ha ahuyentado a los inversionistas y ha mantenido a Argentina en las márgenes de los mercados crediticios internacionales.

Pero el país se encuentra estable en comparación con el colapso financiero de 2001-2002, cuando cayó en mora en una deuda de 100.000 millones de dólares y de la noche a la mañana millones de personas de clase media se empobrecieron.

Hoy en día, muchos individuos no detectan los efectos de los problemas macroeconómicos en sus vidas cotidianas. Daniel Scioli, el gobernador de la provincia de Buenos Aires y ex vicepresidente, es el sucesor elegido de Fernández, la figura política de mayor influencia en Argentina con un índice de aprobación cercano a 50%.

A Fernández y su fallecido esposo y predecesor como presidente, Néstor Kirchner, se les atribuye en gran medida haber levantado a la nación tras el colapso.

Fernández incrementó marcadamente el gasto en programas de bienestar social, que van desde capacitación laboral a estipendios para madres solteras.

Su gobierno legalizó además el matrimonio entre personas del mismo sexo —el primero en Latinoamérica en hacerlo—, nacionalizó Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF, y fortaleció lazos con Rusia y China.

Scioli, un expiloto de motonáutica que perdió el brazo derecho en un accidente en la década de 1990, se presenta a sí mismo como el que continuará con las políticas de Fernández, pero también como quien reparará lo que no esté funcionando. Muestra su enojo ante las insinuaciones de que Fernández seguirá gobernando tras bambalinas.

El principal candidato opositor es Mauricio Macri, el alcalde de Buenos Aires que se describe a sí mismo como el que pondrá la economía de Argentina en orden, al prometer que llegará a un acuerdo con los acreedores estadounidenses —a los que Fernández llama “buitres”— y que levantará las impopulares restricciones monetarias.

Para ganar, un candidato requiere 45% de los votos, o 40% y al menos una ventaja de 10 puntos sobre su rival más cercano.

La contienda es cerrada. Scioli es el favorito, de acuerdo con una media docena de encuestas publicadas la semana pasada. En uno de los sondeos, realizado por Ricardo Rouvier y Asociados, 40% de los encuestados dijo que votaría por Scioli, en comparación con 29% por Macri.

Un 22% adicional señaló que sufragaría por Sergio Massa, un exaliado de Fernández que rompió filas para crear su propio partido.

En el sondeo fueron entrevistadas 1.200 personas vía telefónica del 2 al 15 de octubre. Tiene un margen de error de tres puntos porcentuales.