Ciudad de Guatemala.– El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, vivió ayer su primera jornada como mandatario, con visitas de rutina a la iglesia y a las Fuerzas Armadas, después de ser investido en la madrugada tras una accidentada transición de mando con el gobernante saliente, Alejandro Giammattei.
La investidura de Arévalo de León en la madrugada de ayer , además de la presidencia del Congreso en manos del diputado de 31 años Samuel Pérez Álvarez, del mismo partido, ponen al oficialista Movimiento Semilla a cargo del rumbo de la nación por los próximos cuatro años.
“Nos hemos liberado ya de la tiranía y del autoritarismo” dijo ante periodistas ayer el diputado Román Castellanos, uno de los 23 nuevos legisladores del Movimiento Semilla, para valorar el cambio de mando que vive Guatemala.
Por su parte, otro diputado del Movimiento Semilla, José Carlos Sanabria, recordó también en declaraciones a periodistas lo que representa “la confianza en las urnas” tras ganar los comicios de 2023.
“Hay esperanza e ilusión. Vienen cuatro años de trabajar fuertemente para todo el país”, subrayó Sanabria, cuyo partido fue inscrito oficialmente como tal en 2018, aunque su creación venía de años previos.