El caso de Jannik Sinner generó un verdadero sismo en el mundo del tenis. El actual número 1 del mundo logró revertir la decisión de ser sancionado tras dar positivo en dos controles antidopaje. Los exámenes habían registrado la presencia de clostebol, una sustancia prohibida, durante los testeos que le realizaron en marzo, época en la que arribó a semifinales de Indian Wells.
Cahill respaldó la excusa que le permitió a Sinner evitar la sanción: la presencia de clostebol en su organismo fue consecuencia de una contaminación involuntaria por parte de un miembro de su equipo, quien utilizó un spray de venta libre disponible en Italia para tratar una herida.
El entrenador aseguró que este tema afectó el rendimiento de su pupilo, aunque los resultados bien dicen lo contrario: “Habríamos visto un gran cambio en su físico y entusiasmo por estar en la cancha, lo desgastó física y mentalmente, tuvo amigdalitis y se perdió los Juegos Olímpicos. No estamos buscando ninguna pena. Solo estamos agradecidos de que no haya una sanción”.
No es un tema que pasará inadvertido, porque ya varios de sus compañeros alzaron la voz para marcar el contraste en el trato entre el líder del ranking y el resto. “Es ridículo, ya sea accidental o planeado. Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida (esteroides)… Deberías estar fuera durante dos años. Tu rendimiento mejoró. Crema para masajes… Sí, está bien”, planteó en redes el siempre polémico Nick Kyrgios.
El canadiense Denis Shapovalov también mostró su desencanto con la decisión de la ITIA. “No puedo imaginar lo que sienten ahora mismo todos los demás jugadores que fueron sancionados por sustancias contaminadas. Reglas diferentes para jugadores diferentes”, indicó en la red social. Su colega francés Lucas Pouille le respondió: “¿Qué pasa con los jugadores que fueron baneados por solo tres inasistencias y nunca dieron positivo?”. “Quizás deberían dejar de tomarnos por idiotas, ¿verdad?”, insistió.
“Tanto si Sinner se dopaba como si no, esto no está bien. Muchos jugadores pasan por lo mismo y tienen que esperar meses o años para que se declare su inocencia. No tiene buena pinta”, se sumó el británico Liam Broady.
Muchos repararon en que la ITIA no lo sacó del circuito mientras avanzaba la investigación, más allá de exonerarlo de la pena que debería caerle. Sinner remarcó que la sustancia entró por el contacto con un asistente de su equipo que usó un elemento de venta libre en Italia para curarse una herida. Según publicó el diario italiano Gazzetta dello Sport, “los deportistas no pueden utilizarlo sin una necesidad terapéutica real y una autorización específica. A veces sucede que el error ocurre por parte de médicos y fisioterapeutas, que utilizan spray a base de Clostebol en deportistas sin darse cuenta del peligro”.