Aquieta el espíritu

Aquieta el espíritu

Aquieta el espíritu

Puedes sentir mariposas en el estómago por muchas más razones que el solo hecho de estar enamorado. ¿Cierto? Esa sensación de aleteo que te fuerza a comer demás o de menos es el resultado de la ansiedad y el estrés. Aunque muchas veces no lo aceptamos, esa carga es generada por cada uno.

Decenas de situaciones que pueden ocasionarte entumecimiento de los hombros y cuello, dolor de cabeza, malestar estomacal y más. Como cada persona es diferente, las sensaciones e intensidad pueden variar. También pueden depender de las experiencias vividas.

Cuando aprendemos a aquietar el espíritu, es más fácil manejar las emociones que nos pueden perjudicar si permanecen mucho tiempo en nuestro sistema de vida.

Invertimos tiempo en pensar en situaciones nefastas de un futuro incierto. Es ahí cuando debemos aprender a reemplazar esos pensamientos negativos.

Cuando te descubras pensando en algo que te ocasiona incertidumbre, escríbelo, e inmediatamente reemplázalo por uno que te proporcione seguridad.

Por ejemplo, si piensas que tendrás un accidente en las escaleras eléctricas, visualízate tomando las medidas de seguridad que necesites o que puedes sujetarte de la persona con quien andes. De ese modo la próxima vez que estés en una situación como esa, podrás sustituir ese pensamiento al primer momento y no sufrirás un temor incierto que te asecha.

Ten una libreta pequeña para escribir tus pensamientos. Imagínate como un computador sobrecargado de archivos; cuando lo pones en una memoria externa liberas tu computador.

La libreta es tu memoria externa.
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