Carmen Rosa Sabater fue aquella integrante del equipo nacional de voleibol de Puerto Rico que regresó un día antes a su país y un día como hoy (15 de febrero de 1970) recibió la desagradable noticia de que sus doce compañeras (quedaban 13), el entrenador y el asistente, entre otros, perecieron cuando se precipitó el avión DC-9 de CDA (Compañía Dominicana de Aviación).
El conjunto boricua había ganado un fogueo a su similar dominicano con miras a los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá y Carmen Rosa no jugó el último partido porque fue a Borinquen a recibir el premio como voleibolista del año anterior en la Cena Olímpica.
Esa muchacha, entonces con 24 años (la de más edad), recibió la noticia del triunfo en la madrugada y estuvo en el aeropuerto esperando a esas nenas, que nunca llegaron. Y peor, tuvo que venir al país a identificar los cadáveres de sus amigas.
El episodio la marcó para siempre y por más de 30 años evadió hablar del tema y se dedicó a la industria farmacéutica. .
El entrenador Juan Ramón Loubriel fue honrado con el nombre al estadio de béisbol de Bayamón.
También en esa accidente perdió la vida el primer campeón mundial de boxeo dominicano, Carlos -Teo- Cruz, junto a su esposa y sus dos hijos.