El escritor portugués José Saramago dijo que “ni la juventud sabe lo que puede ni la vejez puede lo que sabe”.
A partir de esa frase debemos reflexionar seriamente en la importancia de aprovechar las experiencias que nos da la vida adulta para, conforme al eclecticismo, tomar de cada cosa lo mejor, a fin de que, hasta en la amargura, conseguir dulzura y en la guerra, la paz.