La celebración en el país de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno sirvió de escenario para que el presidente Luis Abinader se refiriera nuevamente a la crisis haitiana y los pasos que deben darse para procurar su solución.
Aunque algunos criticaron al primer mandatario por haber planteado un problema cuyo reclamo corresponde a las autoridades haitianas, lo cierto es que hizo bien.
Es indiscutible que la crisis que vive Haití luego del asesinato del presidente Jovenel Moïse es la más grave en lo que va de siglo, y quizás desde inicios del siglo XX.
De ahí que nuestro país tenga el mayor interés en que los vecinos regionales pongan su atención en el problema. La solución que los haitianos no han logrado encontrar, sólo puede recaer en la comunidad internacional en sentido amplio, que tiene las herramientas y recursos para servirle de apoyo a largo plazo a Haití.
Tan acertada fue la decisión del mandatario de aprovechar el espacio que le brindó la Cumbre para ello, que Gustavo Petro, presidente de Colombia, reconoció que su país es también responsable de ayudar a los haitianos. Y lo dijo por dos motivos: en primer lugar, por el papel que jugó Haití en las luchas independentistas sudamericanas, y porque en el asesinato de Moïse participaron mercenarios colombianos.
De ahí que ni la intervención del presidente Abinader estuvo fuera de lugar ni cayó en oídos sordos. Una de las razones por las cuales los países de Hispanoamérica llevan a cabo estas cumbres es para coordinar los esfuerzos dirigidos a solucionar los problemas comunes. Y, con la intervención de Petro quedó claro que hay conciencia de que el de Haití es un problema común.
Ante una crisis sin precedentes lo correcto es realizar esfuerzos sin precedentes. Ignorar esta realidad no la hará desaparecer y por ello no queda otra opción que enfrentarla. Reclamarlo, como hizo el presidente Abinader, conviene a Haití y conviene a la República Dominicana, que es el vecino que más intensamente puede verse afectado por la crisis. Ojalá y esta intervención rinda frutos.