Cuando por primera vez escuché estas tres palabras las usó uno de mis mentores en una conferencia que impartía a un grupo de emprendedores jóvenes en búsqueda de progreso. En ese momento eran tres palabras que, para mí, significaban prácticamente lo mismo: positivas, de avance y mejoría.
A través del tiempo he aprendido, crecido y cambiado hasta entender la profundidad de estas palabras y del proceso que describen. Un proceso que no termina nunca y que le da sentido y dirección a nuestra vida.
Posiblemente nada sea más importante para empezar a crecer que saber que no sabemos. Aprender es encontrar información, descubrir y descubrirnos. Aprendemos sobre nosotros mismos, sobre las personas que nos rodean, nuestra profesión, mercado y mucho mas. Irónicamente, mientras más aprendemos más descubrimos cuanto nos falta por aprender. Aquí empieza el viaje a la excelencia: cuando nos enamoramos de aprender.
El crecimiento viene cuando asumimos lo aprendido, cuando el nuevo conocimiento no es solo información sino que hay una decisión de usarlo.
Crecer es tener un nuevo filtro mental por el cual procesar lo que pasa en nuestra vida, producto de lo que hemos aprendido.
«No podemos resolver los problemas que nos aquejan en el mismo nivel mental en el que los creamos»
Albert Einstein
Al crecer nos ponemos en posición de seguir adelante y de vencer los obstáculos que en algún momento nos parecían infranqueables.
“Las soluciones yacen al otro lado de nuestras limitaciones mentales”
Cambiar es pasar a ese lado, es vencer limitaciones anteriores. Sin embargo, es una de las decisiones más atemorizantes para el Ser Humano.
En lo espiritual es morir al estado mental anterior y nacer al nuevo y, quien no teme a morir ? Al cambiar toda nuestra perspectiva cambia, nuestro mundo, nuestras expectativas y, por ende, nuestros resultados.
Si hay algún secreto para una vida plena y éxito integral es aprender a aprender a crecer y a cambiar.