La dinámica del partidismo entre los dominicanos, maleada por el clientelismo, hace que existan poquísimas distinciones entre las ideas de los principales partidos.
Un político de cualquier partido es lo que más se parece al de otro, incluso comparando malos con malos y buenos con buenos, que hay de todo en cada parte.
Hay diferencias de coyuntura. Por ejemplo, el PRM, que vociferó hasta la ronquera contra el endeudamiento y llamaba mentiroso al Banco Central, ha endeudado al país más que nadie y dejó al mismo gobernador.
Tanto preámbulo es porque una iniciativa del presidente Abinader creo que merece total y decidido apoyo de los demás partidos y si no, al menos de todos los ciudadanos. Es la reforma policial.
Luis dijo el domingo que dentro de la propia Policía hay gran oposición al cambio. ¡Claro! Los beneficiarios del mafioso esquema actual no quieren soltar su mordida.
La voluntad política imprescindible para la reforma policial sólo perdurará con enorme apoyo popular. En este asunto tan grave e impostergable Luis lo merece.