Definitivamente, no se equivocó el publicista que proclamó a los cuatro vientos que “este es un país muy especial”, porque aquí se producen hechos insólitos que no se registran en ninguna otra parte del mundo.
El dolo, la corrupción y otros actos ilegales, se registran con más frecuencia en la casi totalidad de los casos sin ninguna consecuencia para los malhechores.
Todos esperamos que esa situación dé un giro de 180 grados para satisfacción de toda la sociedad que se ha visto atrapada por esa “plaga” que al parecer no tiene forma de ser eliminada, aunque le apliquen “insecticidas”.
Los deportes no escapan a esa realidad, porque esa actitud está metida hasta el tuétanos del dominicano que ocupa un cargo en cualquier institución.
Es una realidad que se vive desde hace décadas, pero que está basada en la sólida creencia de que el Estado es de su propiedad.
Tenemos confianza de que esa idea desaparezca por completo en un breve lapso.
Se aleja la asistencia de fanáticos
Cada vez se hace más difícil la asistencia de fanáticos a los estadios de béisbol, debido al recrudecimiento de la pandemia del Covid-19 en República Dominicana.
El ministro de Salud Pública, Plutarco Arias, ha sido reiterativo de que no se pueden aflojar las medidas restrictivas.
Aquí, mucha gente queremos hacernos los “chivos locos”, con esta pandemia, cuando los países más avanzados están limitando el tránsito y coartando hasta el libre tránsito.
Esto no es un juego, no se puede relajar con la vida humana, por lo que por ahora no puede permitirse, aunque muchos lo hacen, el relajamiento de las medidas. Eso debe quedarmuy claro.