Antropología de la muerte

Antropología de la muerte

Antropología  de la muerte

Existen 22 clases de muerte conocidas entre los animales y los humanos. El suicidio, que es una de ellas, quizás sea exclusiva de lo seres humanos.

Y somos los únicos seres vivos que reflexionamos acerca de la muerte, dado que los animales no tienen esa capacidad.

La muerte, el límite de la conciencia. (La conciencia, el límite antropológico de la existencia).

La razón por la que empezamos con ella guarda relación con el reciente caso de la Oisoe, demuestra ostensiblemente que la víctima no quería morir.

La forma contraria de la muerte suicida es la de matar (morir) por placer, que descubrimos en ciertas almas infames, que al responder por qué lo ha hecho, arguyen: porque sí.

Las diversas situaciones por las que atravesamos en la muerte comprende el dominio de la antropología. Si nos ocupamos del caso del suicidio del arquitecto de la Oisoe, surgen hechos que buscan explicar la muerte del sujeto, y nos angustia descubrir a posteriori herramientas, patrón de lesiones, armas, violencia, y cualquier evidencia.

Y luego, los familiares, y en general todos los que tendrán que asistir al funeral, reconocerán la muerte como “la más elaborada de las costumbres humanas, con excepción de la guerra”.

Puede el lector creer que de verdad la muerte sobreviene en busca del alimento, muerte por el mando del rebaño, muerte por utilidad común, muerte por un particular, muerte por excesivo afecto materno, muerte por hurto, muerte por venganza, muerte por el placer de matar, muerte por el goce de la hembra, muerte por bestialidad, muerte matricida o parricida, muerte por ostentar la condición de infante, muertes perversas, muerte por las alteraciones cerebrales, muertes por accidente, por toxinas, por enfermedades y, por supuesto, como avanza el profesor Faustino Collado en su oportuno artículo ‘Un muerto que persigue al gobierno’, también cuentan los muertos de la corrupción (democracia), la delincuencia común, de la negligencia médica, y la desigualdad capitalista e incultura.

Pero eso no es todo: la muerte es un símbolo multivalente, sobre todo en nuestra América. Todas estas manifestaciones mortales citadas son representaciones humanas. Y la antropología lo que hace es ampliar el espectro de las relaciones que la bordean.

La muerte es símbolo (máscara), es valor, es poder; o se le atribuyen valores mágicos y de poder. Poder que apreciamos a través de las manos, el órgano que más está relacionado a la producción de la vida y a la muerte de los seres humanos.



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