Lo más probable es que estás leyendo estas líneas desde el hogar. Viviendo una nueva modalidad en la que, en el mejor de los casos, estas trabajando desde la casa, si no estás oficialmente desempleado hasta que pase el coronavirus.
Ahora realizamos todos los roles de nuestras vidas al mismo tiempo: trabajadores, maestros, amas de casa, madres, enfermeros, cuidadores, entre otros aspectos dependiendo de las necesidades.
Probablemente tus niveles de estrés se han disparado en más del 500 por ciento.
Cuando ligamos el incremento de estrés con una condición de salud ya existente como diabetes o ansiedad, los resultados para el organismo pueden ser devastadores.
Aun sin estar enfermo, el solo miedo puede afectar grandemente el sistema nervioso.
Es tiempo de empoderarse y saber que aunque no puedas controlar lo que pasa a nivel mundial, sí puedes controlar lo que pasa en tu salud y en tu aislamiento.
No dejes que estar en casa se convierta en “un aburrimiento terrible”. Encuentra actividades que te ayuden a sobrellevar el día. Piensa en las cosas que siempre has pensado que querías hacer y que, por falta de tiempo, no haz hecho. Si tienes internet, no estás solo.
Encuentra el profesor apropiado para esas clases que tienes en mente, busca y aprende más sobre ese lugar que quieres conocer, contáctate con amigos y familiares de quienes hace tiempo que no tienes noticias.
Mientras más ocupado mantengas el cerebro en actividades positivas, menos estrés sentirá el organismo y menos presión para la salud. Selecciona vídeos, lecturas y conversaciones positivas para evitar ansiedad y depresión. El buen animo ayuda a garantizar una buena salud.