SANTO DOMINGO.- Frente al inminente rebrote de la COVID-19, especialmente en el Gran Santo Domingo, tanto la Asociación Dominicana de Profesores como la Sociedad Dominicana de Infectología, coincidieron este lunes en que debe reconsiderarse el inicio de las clases semipresenciales para este 25 de mayo.
Xiomara Guante, presidente de ADP, al igual que la infectóloga, Rija Rojas ven necesario revalorar la decisión, sin restar la importancia del proceso de enseñanza en las aulas.
Al igual que las gremialistas, el epidemiólogo salubrista, Carlos Manuel Feliz Cuello, y el infectólogo Clemente Terrero, afirmaron por separado que ante el aumento permanente de los casos es ilógico que la docencia, a un mes de concluir, reinicie en los planteles.
“No tiene ningún sentido abrir una docencia cuando los niveles de cuidados intensivos y ocupación de camas, dependiendo de la zona del país, en un nivel de alerta máxima, a tal punto que de seguir se va a producir un colapso de salud”, puntualizó Feliz Cuello.
Terrero dijo que de ser ministro de Educación no abre las clases presenciales, primero porque el año académico está a punto de terminar y en segundo lugar porque la pandemia está muy activa, y aunque la situación esta focalizada en el Gran Santo Domingo, hay otras localidades en similares condiciones, pero no tienen igual nivel de vigilancia, citó el caso de Barahona donde la semana pasada se registraron tres muertos por la COVID-19.
Feliz Cuello insistió en que hay lugares donde ya tienen que estar abriendo más camas para satisfacer las demandas de atención de los casos. De ahí, que es un error, el persistir con la actitud “tozuda” de abrir la docencia no responde a intereses epidemiológicos sanitarios, sino de presiones.
Condiciones
“La ADP ha reiterado, y así lo vimos en la reunión con el presidente de la República, Luis Abinader, que deben darse las condiciones que desde marzo hemos estado discutiendo con las autoridades con respecto al retorno”, preciso Guante.
Insiste en que hay que acondicionar los centros para que puedan garantizar la higiene que mandan los protocolos, doble dosis de vacuna para todo el personal que estará presente en los planteles escolares y ponerle especial atención y seguimiento permanente a los lugares donde la positividad ha ido en aumento, aparte de garantizar los insumos para la bioseguridad.
Para Rija Rojas, la idea no es restarles importancia a las clases, sino también que se tomen medidas en restaurantes, iglesias, clubes, tiendas y muchos otros lugares donde se ha rebasado la cantidad de personas en cuanto a la capacidad de los espacios.
“Las clases deben diferirse en el Gran Santo Domingo, creo que seria mejor esperar para abrir, pero hay que poner control a las demás actividades”, externó Rojas tras precisar que las clases bien llevadas, no son el problema mayor, el asunto es que aquí no habido restricción en lo económico.