A las calles de Santo Domingo se podrá seguir saliendo y se seguirá saliendo como se sale y la gente seguirá saliendo a las calles en los Estados Unidos después los atentados mortales cometidos contra los presidentes Abraham Lincoln y John F. Kennedy, de su hermano el senador y aspirante presidencial Robert Kennedy y de su otro hermano Joseph Kennedy.
También la gente ha seguido y seguirá circulando las calles norteamericanas después de los asesinatos de los inmensos Martin Luther King y John Lenon; y del atentado contra el presidente Ronald Reagan.
Y más: ¿quién ha dicho que las calles norteamericanas se han quedado desiertas de ciudadanos estadounidenses ni han dejado de ser visitadas masivamente por millones y millones de turistas de todo el mundo debido a los centenares de «tiroteos» que anualmente cobran miles de vidas en universidades, bares, colegios, escuelas, parques, restaurantes, discotecas, edificios u otros espacios públicos en «el país más seguro del mundo»?
¿Y qué decir? ¿Acaso cerraron El Vaticano y dejó de ser visitado ese «lugar sagrado» por millones de gente de todo el mundo debido al atentado contra el papa Juan Pablo II?
Por ahora me paro ahí, distinguidos lectores, porque podría «restregar» a la escasa instrucción, a la carencia de ecuanimidad y en el exceso de temeridad política de alguna gente que dice cualquier cosa por los medios formales y las redes, citándoles decenas de ejemplos como esos en todo el mundo; y la gente sigue circulando y seguirá circulando por siempre las calles del mundo.
Paré ahí, porque entre muchísimos otros también podría citarles los atentados contra Mahatma Gandhi e Indhira Gandhi, en La India; Aldo Moro, en Italia; Oloff Palme, en Suecia; Anwar el Sadat, en Egipto; Golda Meier, en Israel e incluso aquí contra Trujillo, Mon Cáceres, Horacio Vásquez, para al final decirles que, en fin, ninguna calle de esos países ha sido abandonada por los ciudadanos.¡Todo lo contrario! Esos países siguen y seguirán siendo destinos masivamente visitados.
Pero…, ¡por Dios, señores! He querido, he intentado explicarles, para ver si algunos comentaristas a través de medios de comunicación y redes sociales alcanzan a entenderlo, que en el mundo abundan miles, quizás millones de ejemplos de atentados criminales contra celebridades. Muchos de sus autores a ser investigados confiesan haber cometido sus ataques contra celebridades con el único objetivo de también convertirse en celebridades, en «personajes» famosos. Unos atentados culminan, lamentablemente, de manera trágica; otros, afortunadamente, no.
¡Cuanta pena, repudio y lamento sentimos los dominicanos ante esta acción criminal cometida por un antisocial contra un exatleta y ciudadano de alta valía como lo es el «Big Papi» David Ortiz! El justo reclamo general es que el caso sea esclarecido a la mayor brevedad, sin obviar un ápice al elevar al Altísimo nuestra plegaria para que pase su mano sanadora sobre él y el presentador de televisión Joel López para que la salud de ambos sea restablecida cuanto antes.