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Anormales folclóricos de Santiago

Es muy posible que, si ya un niño tiene un mal de ojo, se le mande a preparar el ombligo o se le cuelgue con una cinta roja un azabache, como el amuleto que sirve para curar estos síndromes extraños o desórdenes mentales, los cuales pueden ser característicos en una cultura, y en otra no.

La única referencia que disponemos es la del flamante profesor de antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que durante muchos años enseñó Etnosiquiatría en el país. Su nombre es Luciano Castillo Domínguez, y es egresado de la Universidad París I, en Francia, en 1972. Fue alumno de Roger Bastide, autor del libro “Sociología de las enfermedades mentales” (1967).

En sus clases habituales suele hablar de los síndromes étnicos o síndromes culturales. Hace ya un buen tiempo, recopiló información mediante el método etnográfico, sobre los personajes dominicanos característicos de padecer estos desórdenes culturares en Santiago de los Caballeros; es asiduo estudioso de la obra de George Devereux, en ´Ensayos de etnopsiquiatría general´ (Gallimard, 1973); de Edward Bruner, en El enfoque psicológico de la antropología (1977); Ralph Linton, a través de su obra ´Cultura y personalidad´; Edward Sapir, quien escribió el libro ´Anthropologie, culture et personalité, en 1969; y finalmente Anthony Wallace, con ´Cultura y personalidad´ (1972). Estos autores son suficientes para ofrecer un nuevo punto de vista de los anormales culturales.

Su idea de los estudios etnopsiquiátricos nos indican la comprensión de los síndromes folclóricos a partir de los estudios etnográficos de diferentes sociedades, que cometen actos anormales mentalmente reprobados en otros lugares.

“Si nos encontramos con una pregunta similar, habría que aclarar en qué se basa un antropólogo o etnólogo para hablar de síndromes culturales o étnicos”. Los trastornos culturales se estudian allí dónde hay experiencias expuestas de estos tipos de trastornos o síndromes llamados culturales o étnicos. Existe un sinnúmero de estos síndromes, por ejemplo, el llamado síndrome de Amok, de Piblokto, de Latah, de Stendhal, de Jerusalén, el síndrome de la Covada, el mal de ojos y el síndrome Koro; agradezco al profesor, algunas de sus explicaciones.

Ahora el profesor nos los explica: “El síndrome de Amok es propio de Malacia; La persona afectada es atacada por una súbita furia de exterminio. El síndrome Pibloktoq o Piblokto (Alaska), llamado síndrome histérico del Ártico, es encontrado entre los esquimales, que consiste en que la persona atacada por este síndrome en el invierno más fuerte, se desnuda completamente y corre por el desierto helado hasta que queda desvanecido.

El síndrome de Latah representa desórdenes y convulsiones que afectan en diferentes formas a personas que pierden el sentido de la realidad. O el síndrome de Stendhal que fue descrito en Italia por un escritor francés de apellido Stendhal, donde el turista es afectado por la cantidad de obras artísticas que se encuentran al paso de cada museo de arte. Muy común es el síndrome de Jerusalén, principalmente ocurre en turistas que van a visitar la Tierra Santa y reproducen actos ocurridos en tiempos pasados los cuales están registrados en la Biblia.

En el síndrome de la Covada, el marido reproduce los mismos síntomas de la esposa cuando va a dar a luz. Finalmente, está el síndrome de Koro. En la cultura china, algunos hombres consideran que su pene es muy chiquito y que va a desaparecer. Lo mismo pasa con las mujeres y sus senos”.

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