Anestesiados

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Anestesiados

Elías Brache

Esta debería ser una época de alegría y regocijo, una época de esperanza y actitud positiva.

Lamentablemente casos como el de la muerte de Claudio Nasco nos obligan a continuar nuestra corriente pesimista en torno al acontecer dominicano.

Es sencillamente increíble observar cómo frente a este hecho de sangre una gran parte de la población se concentró en la preferencia sexual del malogrado comunicador.

Semejante actitud sólo confirma los estudios internacionales con relación a la calidad de la educación del pueblo dominicano, ocupando posiciones sotaneras año tras año. Peor aún, refleja una peligrosa intolerancia que quizás ha servido para fracturar en otro caso, como el tema haitiano, la fraternidad de los connacionales.

Los comentarios homofóbicos y el radicalismo religioso de algunos, son la prueba más eficiente de que tras una cortina de modernidad y adelanto, subyace una sociedad cavernaria y estúpidamente maleable.

Me parece sencillamente increíble que en el colmo del fanatismo religioso, alguien sugiera que lo mataron por “pecador”, ¿o sea, morir a puñaladas porque era un pecador? ¿Ese es el castigo que se le aplica por eso?

Respeto todas las religiones y todos los niveles de adherencia e interpretación de las mismas, pero ¿“que ta bueno que le pase”?…….. ¿Será que nos estamos volviendo locos?

Lo peor de todo es que luego de tantas sandeces, planteando que si fue un crimen pasional o que si fue un encargo, se olvida lo que verdaderamente subyace.

La realidad es que la otrora isla de gente buena y amable es formalmente un absurdo institucional, donde nada funciona y la meta, es enriquecerse como sea. Una selva de delincuentes a todos los niveles, incluyendo gente que mata un ser humano como matar un pollo.

Sólo hay que ver el estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), hecho en el año 2012 (y, por favor, no me digan que ha disminuido la criminalidad desde esa época).

En las naciones civilizadas como Estados Unidos de América, por cada 100,000 habitantes mueren violentamente menos de 5 personas.

En Canadá, donde tengo la dicha de residir, mueren menos de 2.

En España, no llegan a 1 (0.8).

En Haití, esa nación que tildan de salvaje, mueren menos de 7.

Y en República Dominicana, mueren 25.

El nivel de degradación de las instituciones obliga a que cuando la policía da una rueda de prensa, en vez de generar confianza, la primera impresión que se percibe es de autoría o complicidad en un hecho.

Eso ya está documentado en los estudios del Foro Económico Mundial, donde la policía de República Dominicana, la última vez que verifiqué, ocupaba el vergonzoso puesto de ser el cuerpo policial en que menos confían los nacionales de su país, de todos los cuerpos policiales del mundo.

Sin embargo, “seguimos andando por las ramas”, nos enfocamos en un crimen y su víctima, y no vemos cómo llegamos a ese punto, ni cómo detener esa constante. El más reciente…….. el de Claudio Nasco: que si era gay, que si pasional, que si por encargo…

Claro, hasta que no podamos abordarlo así, porque el muerto será uno de nosotros.

Y aquí dejo caer mi opinión de la parte superficial: no creo en la versión oficial. De algo me sirvieron las horas en clase de derecho penal y derecho procesal penal con los magistrados Olga Herrera y Danilo Caraballo, en la facultad de derecho de mí recordada Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).

Mientras, los cagatintas y las bocinas seguirán su trabajo, pagados con el dinero del erario público dispendiado o robado impunemente, gracias a un Ministerio Público ciego, sordo y mudo.

Pronto se olvidará el tema y todos volverán a la normalidad, hasta el próximo hecho de sangre que impacte.

Para eso sirve un parque de luces, construido en un país con uno de los servicios energéticos más precarios del mundo, acompañado de subsidios insostenibles y kilovatios con precios por las nubes.

Brillante navidad…anestesiados.

 

 



Elías Brache

Licenciado en Derecho Cum Laude (UNPHU) con estudios de Especialidad en Gobierno y Politicas Publicas (FLACSO) ha ocupado diferentes posiciones dirigenciales en su vida privada y publica incluyendo las de Vice Canciller de la Republica y Gerente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL).

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