A los protagonistas de la Historia se les atribuyen hechos que nunca sucedieron y frases que jamás pronunciaron.
De igual modo, hay anécdotas parecidas que se les endilgan a personajes diferentes, como ocurre con la siguiente, atribuida a individuos tan opuestos como el grandioso Mahatma Gandhi y el sátrapa Rafael Trujillo.
Cuentan que el dictador del Caribe tenía a su servicio un intelectual que le escribía sus discursos a satisfacción, pero que era muy “pedilón”, siempre le pedía dinero para alguna supuesta o real necesidad. Un buen día, antes de que el “pedilón” hablara, Trujillo le espetó: “Tengo diez mil pesos en mi mano derecha y mi corazón en mi izquierda. ¿Cuál quieres?”. Ni corto ni perezoso el cortesano respondió: “Jefe, deme un abrazo”.
El cuento de Gandhi fue igualmente ingenioso: un profesor quiso ridiculizarlo diciéndole: “Si usted se encuentra en la calle dos sacos, uno lleno de sabiduría y el otro lleno de dinero, ¿cuál de los dos se lleva?”. Gandhi respondió sin titubear: “¡Claro que el dinero, profesor!”.
Este, sonriendo, le dijo: “Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?”.
Gandhi replicó: “Cada uno toma lo que no tiene, profesor”.