Bogotá.- El maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada, director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort y de la Sinfónica de Houston, asegura que para conseguir el éxito lo que cuenta es el talento y la pasión por la música y no la nacionalidad.
El director, de 45 años, está de regreso a Colombia donde este fin de semana conducirá a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia en la presentación en Bogotá de la ópera “Tosca”, en dos funciones en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Orozco-Estrada, que ha dirigido además prestigiosas orquestas como la Filarmónica de Berlín, el Concertgebouw de Ámsterdam, la Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de Francia y la Sinfónica de Chicago, confiesa que no le gusta que a él o al maestro venezolano Gustavo Dudamel, nombrado esta semana director de la Orquesta
Filarmónica de Nueva York, se les destaque por su origen latino sino por lo que saben hacer.
“Lo que quiero decir es que aquí lo valioso es el talento del maestro Dudamel y no que sea latino. Yo creo que él está ahí porque es un gran maestro, porque hace las cosas muy bien, porque lleva una carrera de muchos años, aunque sea muy joven, haciendo las cosas a un grandísimo nivel y por eso es el director de la Filarmónica de Nueva York, el próximo director”, dice a EFE.
CARRERA IMPECABLE
Al director colombiano le parece “maravilloso” lo alcanzado por Dudamel, cuya carrera considera “que es impecable, que es admirable, que es inspiración para todos».
Sin embargo, subraya que le “molesta un poco” que se recalque su condición de latinos más que su virtuosismo, y aclara- “Pero no quiero que se confunda con la falta orgullo, que eso es otra cosa».
“Creo que tanto el maestro Dudamel, como cualquier otra cantidad de maestros que hay o que seamos el mundo, lo que hacemos es música con todas nuestras ganas, nuestra pasión, por encima de si somos latinos, si somos alemanes o italianos. Estamos concentrados haciendo la música”, explica.
El maestro añade que la música clásica es universal y lo que importa no es el pasaporte sino lo que se hace con ella.
Además de dirigir a la Sinfónica Nacional en “Tosca” en Bogotá, Orozco-Estrada tiene previsto regresar a su natal Medellín, lo que, según dice, le parece “una experiencia muy linda” porque hace muchos años no está allí, para dirigir “La traviata».
En su agenda de los próximos meses también están regresar a la Ópera de Berlín y conciertos sinfónicos en Francia. “Voy a dirigir en un par de giras, tengo muchas, muchas cosas, afortunadamente muy bonitas que hacer en lo que queda de esta temporada y en la que comienza, por supuesto, que también está llena de cosas bonitas».
LA INTENSIDAD DE PUCCINI
Con respecto a “Tosca”, cuya dirección musical hizo el año pasado con la “Staatskapelle”, la orquesta residente de la Ópera de Berlín, y en 2021 con la Sinfónica Nacional de Colombia, también en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, afirma que le produce “una alegría volver a retomar el título porque es una producción muy bonita, muy bien hecha».
“Es una producción que maneja a Puccini con toda su parte dramática, con su toda su intensidad desde el punto de vista musical, primeramente, con un gran elenco, con una orquesta que responde muy bien, y la parte del coro, que también está maravilloso”, afirma.
Esta producción de “Tosca”, una de las óperas más populares de la historia, tendrá, además de al maestro Orozco-Estrada en la dirección musical de la Orquesta Sinfónica Nacional, la dirección escénica de Pedro Salazar y los coros juvenil e infantil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
El elenco está integrado por la soprano austríaca Martina Serafin, el tenor inglés Adam Smith y el barítono argentino Fabián Veloz, quienes estarán acompañados por las voces líricas colombianas de Jacobo Ochoa, Valeriano Lanchas, Manuel Franco, Camilo Mendoza y Julián Usama.
“Esto es una versión, digamos, mucho más romántica. El repertorio de Puccini obviamente está lleno de mucha más carga romántica, muy profunda, y la orquesta responde muy bien tanto en el sonido como en ese talento que se necesita para poder acompañar a los cantantes en la escena, sobre todo cuando es una versión completa de una ópera, y no solamente un concierto”, concluye.