Santo Domingo.-El Gobierno dominicano reprochó a las autoridades haitianas que no hayan dado señales claras en contra de los que calificó como “sistemáticos ataques” contra consulados dominicanos, siendo el último el ocurrido ayer por parte de una turba contra la sede dominicana en Puerto Príncipe.
El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Navarro, manifestó que el gobierno dominicano ha actuado con mucha prudencia en el tema de las relaciones con Haití, pero manifestó que “la paciencia tiene un límite”. Calificó como inaceptable el que una mutlitud atacara el consulado y la embajada dominicana en Puerto Príncipe y que hasta ingresaran a la propiedad que es “territorio dominicano”.
Mientras se esos ataques a las instalaciones dominicanas, se producía la renunica del embajador haitiano en República Dominicana, Fritz Cineas, quien de inmediato fue sustituido.
Andrés Navarro anunció que el embajador dominicano en Haití fue llamado a consulta. Tanto el embajador, Ruben Silié, como el cónsul en Puerto Príncie, Ramón de la Rosa, llegaran hoy al país.
A continuación un fragmento de las declaraciones del canciller Navarro:
“En la tarde del día de hoy, y parte de la mañana, se experimentó en los frentes de la embajada dominicana en Puerto Príncipe una movilización de carácter social en contra de la República Dominicana.
Entendemos que las organizaciones de Haití tienen todo el derecho a las movilizaciones, así como respetamos las movilizaciones sociales en nuestro país.
Pero resulta que en el contexto de esas movilizaciones que han estado motivadas por una total desinformación en Haití de lo que ha estado pasando en la República Dominicana con los inmigrantes haitianos.
Se generó un hecho de violencia que no podemos aceptar bajo ninguna circunstancia contra el consulado dominicano en Puerto Príncipe, al extremo de que un grupo de personas, no solamente lanzó piedras contra las instalaciones de nuestro consulado, sino también que irrumpió en el interior de la propiedad, y osó tomar el asta de la bandera dominicana y pretender mutilarla y quemarla.
Un hecho de esa naturaleza ya está desbordando la situación entre ambos países, porque obviamente sabemos que, aunque no necesariamente sea un acto dirigido por el gobierno haitiano, es indispensable que haya una muestra clara y responsable de las autoridades haitianas ante el conjunto de atentados sistemáticos que se han estado generando en los últimos meses contra nuestros consulados y nuestra embajada.
El Gobierno ha sido suficientemente prudente y paciente ante esas violaciones, pero es necesario que se entienda por parte de las autoridades haitianas que la paciencia tiene un límite.
Nosotros hemos dado muestras ante el mundo de que hemos hecho el más grande de los esfuerzos para mantener una relación productiva, sana y de respeto con el gobierno haitiano.
El presidente Danilo Medina ha dedicado grandes esfuerzos para que la Comisión Mixta y Bilateral pueda funcionar, para que nosotros podamos establecer una agenda de desarrollo entre ambos países; pero aquí tenemos que ser serios, ser sinceros, porque la República Dominicana ha estado sometida al chantaje y a una campaña sistemática internacional, en la que no hemos visto la solidaridad del gobierno haitiano para desenmascarar los intereses que puedan haber ocultos dentro de esa campaña.
Pero debo informarles que hace unos días la República Dominicana recibió a través de la Cancillería haitiana una nota diplomática con unos términos que son inaceptables para nosotros, y estamos respondiendo en los mismos términos; pero con la verdad de lo que ha pasado en la República Dominicana.
La sociedad dominicana ha sido testigo de una serie de hechos vandálicos, de delincuencia común en algunos de los casos que han afectado a ciudadanos dominicanos y han afectado a ciudadanos haitianos.
Y también la República Dominicana ha sido testigo de que el Ministerio Público en esos hechos, como es el caso de un ciudadano haitiano en la ciudad de Santiago y de otros ciudadanos haitianos en Elías Piña, y también la irrupción al interior de la residencia del embajador haitiano en nuestra nación, que el Ministerio Público y la Policía Nacional han actuado de manera diligente para hacer las investigaciones de lugar y para someter a los acusados de esos hechos.
No se puede tildar a la República Dominicana por hechos particulares, por delincuencia común, como hasta ahora se ha demostrado, de que es un país xenófobo, que es un país racista, que está persiguiendo a los haitianos, y lamentablemente el gobierno haitiano se ha hecho presa de esa interpretación, sin la debida ponderación, sin el debido diálogo con el gobierno dominicano, sin conocer las indagaciones de lugar que dan muestra en el caso de Santiago, conforme a los informes preliminares, que los principales sospechosos del asesinato del ciudadano haitiano, también son haitianos, y esa investigación, que es preliminar, como ha hecho constar el jefe de la Policía, tiene que agotar el debido proceso, y como no se ha llegado a las conclusiones definitivas no se puede esperar que la República Dominicana tome decisiones cuando las investigaciones están en proceso, y porque nuestro país tiene un Código Penal, tiene un estado de derecho, tiene unos procedimientos que tanto la Fiscalía como la Policía tienen que respetar.
No se puede imputar a la República Dominicana de tener un acoso con ciudadanos haitianos por lo que ha pasado con el proceso que se les va llevando a los acusados de haber violado la vivienda del embajador Fritz Cineas.
Todos sabemos que el Poder Ejecutivo no puede intervenir en la Justicia, y si un juez por determinada razón entendió que la medida cautelar no era la cárcel para esos imputados, el gobierno dominicano tiene que respetar eso, porque no vamos a violentar nuestro orden constitucional.
Y bajo ninguna circunstancia el gobierno haitiano puede imputarle al gobierno dominicano debilidades frente a esos hechos.
Por esa razón queremos aclarar a la nación dominicana que no estamos dispuestos a aceptar una campaña de esta naturaleza.
Los estamentos de investigaciones, aquellos que están llamados a hacer justicia, tienen el compromiso de llegar hasta las últimas consecuencias con respecto a los casos que hemos indicado.
Pero el pueblo y el gobierno dominicano han dado muestras permanentes de respeto y solidaridad a la población haitiana que vive en nuestro país. ¿Cómo se puede pensar, cómo se puede inferir que en la República Dominicana hay persecución contra los haitianos?
Cuando en nuestro país hay decenas, hay centenares, de miles de haitianos que viven en tranquilidad, que trabajan, que usan los servicios y las instalaciones de la República Dominicana, que coexisten con los dominicanos en los barrios y las comunidades campesinas, y por casos aislados que hayan afectado algunos ciudadanos haitianos se pueda justificar una campaña de Haití contra la República Dominicana que atente contra la seguridad de nuestro personal en las instalaciones diplomáticas.
Queremos saber si alguna vez en la República Dominicana un grupo de dominicanos ocupó la embajada de Haití o algún consulado o alguna instalación haitiana.
Eso nunca se ha visto aquí.
¿Y cómo pueden ellos tildarnos a nosotros de racismo o de persecutores? No hay un pueblo más solidario con Haití que la República Dominicana, y eso lo hemos demostrado en cada hecho y en caso suceso cuando Haití se ha visto en una situación de calamidad.
Por esa razón el gobierno dominicano reitera su interés en mantener una relación sana, productiva con la República de Haití, pero sobre la premisa de la sinceridad, sobre la premisa de que establezcamos una agenda común, que no haya una agenda por detrás que pretenda hacer daño al otro país.
Así es, que el gobierno dominicano quiere denunciar la situación de tensión en que se vive en las instalaciones y en las misiones consulares y diplomáticas en Haití y quiere reiterarle el pedido de que se garantice la seguridad de esas instalaciones y de nuestro personal, como manda la Convención de Viena.
Nosotros por nuestra parte seguiremos avanzando en hacer justicia con los casos que ciudadanos haitianos han sido perjudicados y también reforzaremos la seguridad en las instalaciones haitianas en nuestro país.
La República Dominicana tiene un compromiso con los derechos humanos de los dominicanos y todos los extranjeros que habitan en nuestro país. No hay una expresión más clara que el plan nacional de naturalización de inmigrantes.
Ese plan ha funcionado desde el punto de vista del gobierno dominicano y de su competencia, lo mejor posible.
Y hemos insistido al gobierno haitiano que ponga de su parte, porque para regularizar a cualquier extranjero en cualquier parte del mundo se necesita que ese extranjero tenga un documento de origen de su país.
Hemos sentido que no se ha hecho el esfuerzo suficiente por parte del gobierno haitiano para garantizar a sus ciudadanos de algo elemental que es un documento de identificación.
En estos días grupos haitianos, han protestado porque su propio gobierno les ha puesto difícil la consecución de esos documentos. El presidente Danilo Medina decidió que el plan nacional de regularización fuera totalmente gratuito para todos los extranjeros que puedan aplicar a él.
Se han invertido más de mil 200 millones de pesos y cómo se pueda señalar ante un país, ante un gobierno que esté haciendo esto, que prácticamente nadie ha estado haciendo en la región una reforma migratoria de esta naturaleza, que no tiene un compromiso con los derechos humanos.
No podemos aceptar que ahora venga una embestida contra la República Dominicana como un país que no está comprometido con los derechos humanos. Y por eso queremos alertar al pueblo dominicano y a toda la sociedad dominicana, alertar a la comunidad internacional y también al mismo pueblo haitiano, que no se dejen confundir.
Haitianos se movilizaron contra la RD
Unas 10.000 personas marcharon ayer por la capital de Haití en protesta por lo que dicen es el maltrato crónico a sus paisanos en la vecina República Dominicana, donde muchos haitianos han vivido durante años a la sombra de la ley.
La demostración fue en lo fundamental pacífica y personas de todas las edades protestaron e hicieron ondear banderas haitianas para exigir que los dominicanos respeten los derechos humanos de los haitianos.
La marcha fue organizada por una asociación de abogados y grupos civiles.
Cuando la muchedumbre llegó al consulado dominicano, un sujeto se las ingenió para subir al techo y arrancar la bandera dominicana, que entonces fue rociada con combustible y quemada ante la ovación de los presentes.