Anatomía de lo inevitable

Anatomía de lo inevitable

Anatomía de lo inevitable

Desde que en 1999 ganaran la palma de oro con Rosetta, crónica sórdida de emancipación adolescente, el cine de los hermanos Jean- Pierre y Luc-Dardenne enfilan su amplitud de miras a las fallas del “triunfante” establishment occidental con historias dotadas de naturalismo y realismo; individuos anónimos, generalmente al margen de la ley, que buscan redención en un sistema excluyente sin importar las tonalidades del desprecio.

Es “Le jeune Ahmed” un viaje vertical hacia la radicalización en clave islam que un niño belga decide emprender; no importa el accionar de la madre, de su profesora que tanto la estima y en quien concentra su furia religiosa. O el recule de su propio imán, principal inyector del odio. De nada sirve el propio estado que intenta reeducarle ante un crimen que acomete. Desasosiego. Inevitabilidad que invita a la reflexión.

No obstante, los fabulosos realizadores muestran en Ahmed una fina dualidad: de la férrea determinación yihadista a ciertos momentos de duda, pecado mortal en este y cualquier otro dogma.

Alejándose del sentimentalismo en que habían caído algunos filmes atrás, los hermanos Dardenne vuelven a la raíz de su cine apelando a los indicios. Parecieran no emitir opiniones, aunque tengan siempre sus motivaciones. Artistas macizos. Imprescindibles voces disidentes que plantan cara a una industria decantada por la épica y el deslumbre.

Le jeune Ahmed

Dirección y Guion: Luc, Jean- Pierre Dardenne

Intérpretes: Idir Ben Addi, Olivier Bonnaud, Myriem Akheddiou, Victoria Bluck, Claire Bodson, Othmane Moumen

Género: Drama. Religión. Adolescencia. Bélgica, 2019.

Duración: 84 minutos.

 

norberto



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