
SANTO DOMINGO.-“Usted va a otro país, pregunta por una dirección, y quizás le voltean la cara, aquí la gente le indica y hasta deja de un pronto el trabajo y va y lo lleva”.
Ese testimonio es de Ammar Ibrahim, director general del Instituto Nacional de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (Inden), originario de Siria, quien desde hace 27 años hace vida en el país y asegura que difícilmente en el mundo se encuentre otra sociedad tan acogedora como la dominicana.
El cirujano general de pie diabético y endocrinología-tiroides, quien además es catedrático en la Universidad Iberoamericana (Unibe), cuenta que vino al país motivado por las vivencias de su abuelo materno, quien estuvo aquí desde 1950 hasta la Revolución de Abril de 1965.
